Crónica de guerra de los escandinavos en Britania.
De acuerdo a la Crónica Anglosajona el primer ataque vikingo registrado en Inglaterra tuvo lugar en el año 789 d.C. cuando tres barcos provenientes de Noruega atacaron las costas de Portland (Dorset).
En el año 792, Offa, rey de Mercia, estableció defensas costeras en su reino. Al siguiente año, el 8 de junio de 793 d.C., se produce el ataque al monasterio de Lindisfarne por un asalto vikingo.
Irlanda y Escocia fueron atacados por los barcos escandinavos en el 795 y Francia recibiría los ataques de los vikingos para el 799.
Los nórdicos hacían presencia bélica en los reinos cristianos del sur de Escandinavia y sus ataques continuarían por espacio de tres siglos en toda Europa, extendiéndose al Mediterráneo, al decadente Imperio Bizantino y Medio Oriente.
Gran Bretaña se convirtió en uno de los principales objetivos en las depredadoras expediciones de los lobos del norte. Después de la incursión y saqueo de los vikingos al monasterio de Lindisfarne en 793 (el cual posiblemente estuviera defendido tras los ataques acaecidos desde el 789) la Era Vikinga iniciaba oficialmente.
Inglaterra tuvo entonces una paz relativa durante 30 años mientras las flotas vikingas concentraron sus ataques en Irlanda.
Los primeros contingentes vikingos comenzaron a salir de las costas de Dinamarca y Noruega buscando otras regiones para atacar además de establecerse. Las islas Orcadas, Sethland y las costas del norte de Escocia estuvieron entre los primeros ataques y asentamientos vikingos.
Entre el año 830 d.C. y 834 d.C. los vikingos atacaban en número cada vez mayor a Irlanda. La Crónica de Irlanda (colección de anales eclesiásticos que recogen hechos históricos de Irlanda desde el año 432 d.C. hasta el 911 d. C.) registra toda una serie de terribles asaltos por los nórdicos.
No obstante, para el año 835 d.C. los vikingos regresaron para iniciar sus depredadoras incursiones a las costas de Inglaterra. Desde entonces, hasta el año 850 d.C., la costa meridional de Inglaterra fue devastada por los ataques vikingos, incluyendo las ciudades de Londres, Rochester y Kent, además de atacar el reino de Northumbria.

El éxito de las incursiones de los nórdicos se debió a diversos factores como: la falta de organización y cooperación de los reinos de Britania, las capacidades bélicas de los nórdicos, el poco calado de los barcos vikingos como clave para la movilidad de sus tropas y la llegada de grandes contingentes escandinavos a Inglaterra en plan de conquista.
La imagen del vikingo siempre ha estado relegada a un hombre del norte violento y con sed de sangre. Aunque dicha sentencia no está alejada de la realidad, también fueron comerciantes, hábiles artesanos, expertos marineros y, por supuesto, exploradores y valiosos guerreros (acabarían formando parte de la Guardia Varega del Imperio Bizantino).
En el año 850 d.C. la flota de invasores vikingos, tras 15 años de asaltos en Britania, invernó por vez primera en la isla de Thanet en la desembocadura del río Támesis para continuar con sus incursiones los siguientes años.
La Crónica Anglosajona (una colección de anales escrita procedente de la tradición oral que narran la historia de los anglosajones y la colonización de Britania; aunque considerada poco fiable, es la única fuente de información superviviente que se dispone de la época) señala los sucesos de los ataques vikingos.
La Crónica Anglosajona refiere que en el año 865 d.C. existía el pago del danegeld o tributo que los ingleses daban a los vikingos para evitar los saqueos.
Para el año 866 d.C. según la Crónica Anglosajona se registró un suceso que alteró a los ingleses sajones en la creciente ola de los ataques nórdicos y que dejaría una huella permanente en la historia de Britania: la llegada del “Gran Ejército Pagano” en Anglia Oriental, el cual consistía en un numeroso contingente de miles de efectivos vikingos con una enorme flota de barcos provenientes de incursiones de asalto y ataques en el Imperio Carolingio.

La irrupción de este gran contingente de vikingos significó el cambio de las actividades bélicas que venían ejecutando años atrás, pasando de ataques aislados a la acción de ejércitos en campaña.
Desde el año 865 d.C. y 866 d.C. está demostrado que los invasores vikingos tenían un nivel de organización mayor y un control centralizado.
Según la Crónica Anglosajona y la Saga Nórdica: Ragnarssona þáttr o “El Relato de los Hijos de Ragnar” (una historia corta sobre el vikingo Ragnar Lodbrok y sus hijos) el Gran Ejército Pagano estaba bajo el mando de Halfdan Ragnarsson e Ivar «El Deshuesado», con apoyo de Ubbe Ragnarsson, Björn Ragnarsson “Costado de Hierro” y Sigurd Ragnarsson “Ojo de serpiente”, hijos todos del legendario y mítico rey vikingo Ragnar Lodbrok.
Las sagas nórdicas explican la invasión de la gran horda pagana como una represalia a la muerte de su padre, Ragnar Lodbrok en manos del rey Aella de Northumbria en el año 865 d.C.
Ragnar Lodbrok, considerado por las sagas nórdicas como rey de Noruega, Suecia y Dinamarca durante el siglo IX, aparece como un héroe legendario, seguidor devoto de Odín y despiadado guerrero que asolaba los reinos cristianos fuera de Escandinavia (Francia) exigiendo el pago del tributo del danegeld para dejarlos en paz. Aunque no existen biografías reales de su persona y mayores datos que apoyen su existencia, su identidad está mezclada con la leyenda de las sagas nórdicas.
La datación de su reinado es incierta, entre diversos períodos como: 750 y 794, otras del 860 al 865 y otras más probables entre 835 hasta su muerte en el año 865.
Según la saga nórdica: Ragnarssona þáttr (El Relato de los Hijos de Ragnar), Ragnar Lodbrok abandonó Escandinavia para invadir Inglaterra, llegó y atacó Northumbria. La expedición fracasó en algún punto y Ragnar Lodbrok fue apresado por el rey Aella de Northumbria, quien como castigo, lo arrojó a un pozo de serpientes venenosas para provocar su muerte.
La saga relata que Lodbrok, en el fondo del pozo, mientras fallecía por causa de las mordeduras de las serpientes venenosas, dictó que sus hijos lo vengarían.
La historicidad de todos estos acontecimientos es muy incierta y oscura.

Simeón de Durham, monje y cronista, en su: Historia de Sancto Cuthberto menciona que entre los caudillos vikingos y jarls del gran ejército pagano estaban: Halfdan, Inguar, Ubba, Beicsecg, Guthrum, Oscytell, Amund, dos jarls con el mismo nombre, Sidroc, Osbern, Frana y Harold.
Ese mismo año 866 los nórdicos del gran ejército, tras su llegada y desembarco en Anglia Oriental donde reciben caballos y pertrechos a cambio de paz, viajaron al norte de Inglaterra para atacar al reino de Northumbria y poner sitio a la ciudad de York.
La saga nórdica Ragnarssona þáttr (La crónica de los hijos de Ragnar) mencionan que en el año 866, los hijos de Ragnar Lodbrok conquistan la ciudad de York. Northumbria estaba en medio de una guerra civil entre el rey Aella y Osberth como pretendiente al trono.
Posteriormente según la Historia Regum (Historia de los reyes) del monje Simeón de Durham, refiere que durante una batalla en el año 867, el rey Aella y Osberht habían formado alianzas para atacar a los nórdicos y recuperar York, pero fueron derrotados por los vikingos y encontraron la muerte.
Según la saga de Ragnarssona þáttr (La crónica de los hijos de Ragnar) los hijos de Ragnar Lodbrok toman prisionero al rey Aella y vengan a su padre asesinando a este rey con el mítico ritual del “águila sangrienta” o blodorn, una tortura que consistía en arrancar las costillas de la espina dorsal y remover los pulmones.
Northumbria sufrió al final una enorme derrota y los daneses conquistaron el reino en definitiva en el año 869 d.C. convirtiendo York en su capital y Northumbria el primer reino vikingo en Gran Bretaña.
Ese mismo año 869 los vikingos conquistaron el reino de Anglia del Este, derrotando a su ejército y martirizando a su rey Edmund a quien, según las crónicas, ataron a un árbol y lo utilizaron como blanco para lanzas y posteriormente es torturado por medio del águila sangrienta. Anglia del Este fue el segundo reino vikingo bajo control.
Los vikingos hacían sus campañas en verano y construían una serie de fuertes donde pasar el invierno recibiendo refuerzos de otros contingentes nórdicos. Todo parecía indicar que sus ataques eran imparables en pueblos y ciudades.
En el año 871 d. C. otra fuerza de guerreros vikingos arriba a Inglaterra, llamada: “La Armada de Verano” ó “El Gran Ejército de Verano” bajo el mando del vikingo Bagsec. Este ejército numeroso se unió al resto de nórdicos liderados por los hijos de Ragnar Lodbrok y toman el control del reino de Anglia del Este.

La situación de los sajones frente a los vikingos resultó entonces desesperada. Los nórdicos dominaban la parte norte y el este de Inglaterra y frente a ellos solo estaban los reinos de Mercia al oeste y Wessex al sur.
Ese mismo año 871 los vikingos realizan una campaña decisiva para derrotar a los sajones restantes invadiendo el reino austral de Wessex.
WESSEX:
Wessex estaba regido por el rey Ethelred (Etelredo). Ante la amenaza de los nórdicos Ethelred respondió con su ejército apoyado por su hermano el príncipe Alfredo y el conde Ethelwulf desarrollando una serie de batallas cuyo fin era frenar el avance nórdico.
Entre estas encarnizadas batallas están: la batalla de Reading (actualmente el condado de Berkshire). La batalla tuvo lugar el 4 de enero de 871, cuando Etelredo de Wessex y su hermano Alfredo atacaron al ejército danés liderado por el vikingo Bagsec que había acampado cerca de Reading. Los sajones al mando de Etelredo fueron derrotados y el conde Ethelwulf murió en esta batalla; aunque los nórdicos sufrieron también numerosas bajas.
El 8 de enero de 871 los nórdicos al mando de Halfdan Ragnarsson y Bagsec atacaron el ejército sajón replegado en otra localidad de Berkshire. Esta batalla es conocida como la Batalla de Ashdown.
Según las crónicas de la batalla de Ashdown, Ethelred rezaba en la iglesia y dejó el mando a su hermano Alfredo, quien con un contingente escaso de sajones derrotó a los nórdicos. En la batalla murió el líder vikingo Bagsec.
El 22 de enero de 871 se produjo la batalla de Basing donde los nórdicos derrotaron a los sajones.
El 22 de marzo de 871 ocurre la Batalla de Marton donde sajones al mando de Ethelred se enfrentan a los vikingos comandados por Ivar el Deshuesado. Los nórdicos derrotan a los sajones y Ethelred, rey de Wessex, muere en la batalla.
Con la muerte del rey Ethelred frente a los vikingos, su hermano Alfredo, heredó la corona del reino de Wessex.
Durante esta etapa del conflicto, tanto los vikingos como los ingleses sajones habían sufrido múltiples bajas. Ambos bandos estaban agotados y accedieron a una tregua. Los vikingos se retiraban a sus reinos de oriente de la isla incluyendo Londres, no sin olvidarse de Wessex.
MERCIA:
En el año 872 d.C. los vikingos deciden atacar Mercia y conquistan el reino en el año 874 d.C. convirtiendo a Wessex en el único reino sajón de Britania en pie.
En el año 875 d.C. El Gran Ejército Pagano se divide en dos huestes. Una viaja al norte a cargo de Halfdan Ragnarsson para atacar el sur de Escocia a los reinos de Pictland y Strachclyde.
La otra parte mantiene su control en el centro de Mercia al mando del vikingo Guthrum “El Viejo” quien decide realizar una ofensiva contra Wessex.
La segunda hueste con Guthrum ataca Wareham donde derrotan a Alfredo quien ofrece un Danegeld a cambio de la retirada de los nórdicos.
En el año 876 d.C. los ejércitos vikingos de la gran hueste reparten tierras en Northumbria para ararlas lo que indica la decisión de los vikingos de formar asentamientos permanentes.
En el año 877 d.C. los vikingos de Mercia hicieron también un reparto de tierras. Estas acciones no pasaron desapercibidas para los sajones.
ALFREDO EL GRANDE y GUTHRUM EL VIEJO:
En enero del año 878 d.C. el vikingo Guthrum y su ejército deciden invadir nuevamente el reino de Wessex.
La hueste de Guthrum derrota al rey Alfredo y sus ejércitos en un ataque sorpresivo durante la Epifanía del 878 d. C. en la plaza fortificada de Chippenham donde Alfredo había estado alojado desde Navidad.
Los vikingos capturan y matan a mucha gente durante el asalto y el rey Alfredo es forzado a huir con una pequeña tropa para salvar su vida y refugiarse con su ejército sobreviviente en los pantanos de Somerset al suroeste de la isla, mientras los vikingos de Guthrum asolan todo el reino de Wessex.
Todo parece perdido. Pero Alfredo, con desventaja y con sus tropas reducidas, construye una fortaleza en Athelney, en Somerset, desde donde comenzó a luchar contra los escandinavos nuevamente.

Los anglosajones sobrevivientes de las campañas contra los daneses deciden refugiarse en Somerset con Alfredo, quien poco a poco reúne bajo su mando los ejércitos sobrevivientes de Mercia y Wessex así como a otros nobles que se unen ahora bajo su liderazgo, preparando una nueva fuerza de guerreros contra los normandos invasores.
Guthrum el Viejo prosiguió la campaña para someter a Wessex asolando el reino. Pidió ayuda a los comandantes del Gran Ejército Pagano: Ubba Ragnarsson, Halfdan Ragnarsson y su hermano Ivar el Deshuesado. Estos respondieron a su llamado y navegaron con su flota desde el sur de Gales hacia Devon. Los vikingos tenían por objetivo formar dos frentes y atacar por ambos lados a Alfredo en Somerset en un efecto de pinza.
Ubba Ragnarsson, y su ejército desembarcaron en la costa de Combwich en el año 878 d.C. y marcharon para unirse al ejército de Guthrum. Sin embargo, las fuerzas de Ubba fueron descubiertas por los sajones. Estos lucharon contra los nórdicos pero fueron rechazados buscando refugio en la fortaleza de Cynwit.
Ubba y su ejército asediaron la fortaleza esperando la rendición de los sajones; pero estos últimos atacaron al anochecer a los daneses por sorpresa, derrotando a los vikingos y matando al propio Ubba. Los nórdicos supervivientes huyeron.
Esta batalla fue conocida como la Batalla de Cynwit. Y con tal acción los sajones habían desbaratado los planes de los nórdicos dejando solo a Guthrum frente a la resistencia de Alfredo. Esta victoria podría tomarse como el primer revés a los planes de los daneses por conquistar en definitiva el reino de Wessex.
El ejército de sajones al mando de Alfredo se enfrenta a los vikingos liderados por Guthrum el Viejo en mayo de 878 en la Batalla de Edington o Ethandun y logran derrotarlos de forma aplastante recuperando el reino de Wessex.
Esta batalla duró todo el día, los hombres de Alfredo habían formado un formidable muro de escudos, los vikingos asaltaron las filas hasta que estuvieron exhaustos momento que las fuerzas de Alfredo aprovecharon para contraatacar, derrotando y persiguiendo a los daneses de nuevo a Chippenham, atrapándolos dentro de la propia fortaleza. Los nórdicos pidieron la rendición tras 14 día de asedio.
Alfredo firmó una paz con los nórdicos en Wedmore, en Somerset, donde Guthrum además fue bautizado al cristianismo (más en condición honrosa como vencido que como una verdadera conversión), llamándose “Paz de Wedmore”.
Los vikingos se retiran a Anglia Oriental y dejan en paz a Wessex.
En el año 880 d.C. la mayor parte de los vikingos bajo el mando de Guthrum cruzan el canal para realizar incursiones al Imperio Carolingio.
Sin embargo, los vikingos de Guthrum volvieron en el año 885 d.C. a atacar a Wessex quebrantando la “Paz de Wedmore”. Guthrum atacó Rochester.
Durante esos seis años de paz Alfredo había reorganizado su ejército y preparado sus tropas, incluyendo hacerse con una flota de barcos, saliendo al encuentro de Guthrum.
Alfredo y sus ejércitos lucharon contra los daneses en tierra y en el mar. En esta última situación los vikingos derrotaron a los sajones por su ventaja en el océano. En el año 885 d.C. Alfredo conquista Londres arrebatándosela a los vikingos.
Para el año 886 d.C. Alfredo detuvo los ataques de los vikingos y el reino de Wessex y los escandinavos deciden realizar un nuevo tratado de paz, firmado entre Alfredo y Guthrum, fijando la división de reinos.
La tierra norte de Inglaterra quedaría en manos del control vikingo, mientras que la zona sur bajo el control del reino de Wessex, Mercia quedó dividida en dos regiones: la zona oriental sería de control escandinavo y la zona occidental pasaba al control sajón.
La línea divisoria partía del estuario del Támesis hacia el norte pasando por el río Lea, actualmente el este de Londres, siguiendo al noroeste a lo largo de lo que hoy es Midlands.
El territorio vikingo formado sería conocido entonces como: Danelaw.

La conformación del Danelaw trajo consigo la consolidación del poder de Alfredo y además asentamientos para los nórdicos logrando una forma del equilibrio del poder. Los sajones, en franca desventaja, lograron salir adelante y contrarrestar el poder de los nórdicos provisionalmente salvando así Inglaterra.
Alfredo resultó ser un rey excepcional pues defendió los ideales cristianos frente al paganismo escandinavo, estableció una resistencia heroica en defensa de la futura Inglaterra al establecer sus bases, logró frenar la ola de conquista de los vikingos en Wessex salvando el reino y a sus súbditos y estableció lazos diplomáticos con los invasores de forma estratégica. Todo esto, unido a su tenacidad en la adversidad y su liderazgo, haría de este rey ser llamado: Alfredo “El Grande”.
Por otro lado, cuando Alfredo y los sajones reconocieron el Danelaw como propiedad de los daneses, lograron detener provisionalmente el avance de los nórdicos.
El establecimiento del Danelaw resultaría también en una victoria para los nórdicos, pues para los daneses, lograr conseguir tierras para establecerse en una granja resultaba perfecto; ya no serían guerreros dedicados al saqueo viajando largos recorridos por el océano en busca de tierras, sino que se convertirían en granjeros asentados preocupados por su cosecha, el comercio y por establecer una familia, además de defender sus propiedades de los sajones u otros invasores incluyendo otros vikingos.
Sin embargo, la verdadera victoria vendría con el cristianismo y la civilización del momento, ejerciendo su efecto usual: absorber a los invasores socavando los códigos vikingos e incorporarlos al ambiente de la religión de Cristo y la población local.
Bibliografía:
-Brink, Stefan. Price, Neil. The Viking World. Routledge. New York. Estados Unidos. 2008.
-Clements, Jonathan. Breve historia de los vikingos. Ediciones B. España. 2008.
-Griffith, Paddy. Los Vikingos. El Terror de Europa. Editorial Planeta, Ariel. España. 2013.
-Graham-Campbell, James. Los Vikingos. Ediciones folio. España. 2005. -Haywood, John. Historical Atlas of Vikings. Penguin Group. England. 1995.