Las Rutas comerciales y la expansión europea hacia América.

En la era de los Descubrimientos la expansión de los europeos hacia América resultó ser distinta de Asia y África debido a que se establecieron en el Nuevo Mundo diferentes colonias de sus respectivas metrópolis derivando en la expansión de imperios territoriales, a la cabeza: Francia, Inglaterra, Portugal y España.

Estos últimos reinos tuvieron una enorme presencia territorial ampliando sus dominios y rivalizando entre sí. El afán de expansión de Europa radicó a partir del siglo XV en un mundo en transición debido a los adelantos científicos de la época y los cambios de mentalidad en la sociedad, la economía y la política con el final de la Edad Media quedando atrás las relaciones de servidumbre, la formación de señoríos y cierta disminución de la influencia de la iglesia católica por un poder centralizado. Un factor importante para reinos como Portugal y España radicó en el espíritu de una Cruzada para expulsar a los musulmanes asentados en la península ibérica, lo que propició a que los reinos de Castilla y Portugal se constituyeran en estados centralizados con “objetivos nacionales” sometiendo a la nobleza y el clero, lo que a su vez conduciría al nacimiento de una burguesía mercantil y una expansión comercial de los reinos.

El nacimiento de relaciones mercantiles entre los reinos europeos conduciría a mantener relaciones comerciales con otros territorios como África y Constantinopla por ciertos productos que escaseaban en el Viejo Continente propiciando intercambios comerciales que con el paso del tiempo condujeron a la prosperidad y desarrollo de ciertas regiones y ciudades, caso ejemplar: Venecia, Génova y Constantinopla, convirtiéndose en urbes de una estrategia económica importante.

El flujo comercial de Europa propiciaría un cambio de mentalidad en las sociedades, un cambio en el estilo de vida de los europeos, el desarrollo de fortunas entre los burgueses locales y potenciar la riqueza de los reinos. Constantinopla, capital del Imperio Bizantino, ubicada entre el mar Negro y el Mediterráneo, se había convertido desde la antigüedad en un importante y estratégico centro comercial, debido a que la ruta de la Seda y las Especias confluían en su ruta marítima y terrestre, siendo esta urbe un centro de cúmulo de productos importados y altamente demandados por el mundo Occidental desde lugares lejanos a Europa como: la India y China.

El factor comercial resultaría indispensable para los habitantes de Europa debido a la necesidad de ciertos productos como: el vino, el aceite, la madera, la seda, la lana, diversos minerales, joyas, piedras preciosas, metales labrados, etc., además de las especies como: la pimienta o la canela, estos últimos siendo elementos necesarios e indispensables para la conservación de alimentos además de otorgarles cierto sabor y cuya abundancia radicaba en territorios del lejano Oriente.

El Imperio Bizantino, por lo tanto, se convertiría en un centro de paso obligado de estos productos rumbo a Europa, lo que le llevaría a controlar dicha ruta comercial desatando animadversión y rivalidades comerciales con los reinos europeos, especialmente porque Constantinopla acaparaba dichos productos de consumo y multiplicaba decenas de veces el precio de venta de los mismos a los europeos.

Sin embargo, la expansión del mundo árabe en Medio Oriente hacia el siglo XV conduciría a que el 29 de mayo de 1453 d.C. el ejército de los turcos otomanos liderados por el sultán Mehemet II conquistaran Constantinopla tras una larga decadencia del Imperio Bizantino.

Este acontecimiento implicó la ruptura del Mundo Occidental con Bizancio y el hecho que las tradicionales rutas comerciales de los productos asiáticos estaban ahora en poder del mundo musulmán del Imperio Otomano.

La conquista de Constantinopla y la caída del imperio Bizantino por los turcos otomanos suponía un colapso al sistema comercial de Europa que sostenía la economía de los reinos europeos.

Al mismo tiempo ciudades comerciales como: Venecia o Génova y los mercaderes de la península arábiga se convirtieron en “intermediarios” de los productos asiáticos para el resto de reinos europeos imponiendo altos precios a los artículos importados desde el lejano Oriente. La caída de Constantinopla resultaría en un desafío para los reinos occidentales por encontrar nuevas rutas de abastecimiento en busca de los productos asiáticos a los cuáles la sociedad europea estaba ya acostumbrada.

España y Portugal hacia el Nuevo Mundo.

Con la decadencia del Imperio Bizantino, el escenario comercial del Mediterráneo y la guerra contra el Islam por parte del mundo cristiano pasaría a tener repercusión en la península ibérica. Durante el siglo XV el reino de Portugal con el rey Juan I y posteriormente su hijo Enrique I “El Navegante” liderarían una cruzada contra el mundo musulmán cuyo objetivo estuvo enfocado en la obtención de un poder naval militar, creando astilleros y centros de capacitación de marinos.

Esto dio frutos hacia el año 1415 cuando portugueses conquistaron la región de Ceuta en el norte de África lo que permitió al reino portugués el control de una importante ruta de comercio y obtener así recursos y financiamiento para nuevas exploraciones oceánicas lo que cambiaría el curso de la historia de Europa. Con los progresos del reino de Portugal en materia naval y el impulso del rey Enrique I “El Navegante” los portugueses pasarían a la historia cuando las exploraciones marinas del portugués Bartolomé Díaz alcanzarían el extremo sur de África o “Cabo de Buena Esperanza”, lo que permitiría posteriormente la apertura de una nueva ruta de comercio que bordeaba África rumbo al continente asiático materializada una década más tarde del descubrimiento de Bartolomé Díaz con la expedición del portugués Vasco de Gamma quien llegaría a la India bordeando el extremo sur del continente africano e ingresando a las aguas del océano Índico. La hazaña de Vasco de Gamma permitió a Europa encontrar una nueva ruta comercial hacia el mundo Oriental sin la necesidad del uso de mercaderes intermediarios y frente al bloqueo y rivalidad comercial impuestos por el Imperio turco Otomano.

Con la ruta marítima a través del Cabo de Buena Esperanza Portugal estableció contactos con regiones tan lejanas como Indonesia, China y Japón instaurando plazas fuertes con contingentes militares permitiendo el intercambio comercial.El reino de Portugal obtuvo por lo tanto una fuerte ventaja económica sobre el resto de Europa, rivalizando con ciudades comerciales como Venecia, obteniendo un gran poder político y una hegemonía comercial.En este último aspecto surgirían otros reinos que intentarían desafiar su influencia económica y esto radicaba en hallar una ruta comercial alternativa hacia el lejano oriente.

Cristóbal Colón, navegante de origen genovés, según la historia oficial, sostenía la hipótesis que la tierra era redonda tomando a consideración los conocimientos astronómicos de la antigüedad y exponiendo sus ideas en 1485 al rey de Portugal Juan II y su corte. El rey lusitano desestimó las ideas de Cristóbal Colón, quien expuso sus ideas al reino de Castilla y Aragón.

El rey Fernando de Aragón y la reina Isabel de Castilla dieron el beneplácito al navegante genovés para emprender la búsqueda de una ruta hacia el lejano oriente navegando sobre el Atlántico y lograr establecer intercambios comerciales con la India y China. La importancia del viaje de Colón resultaría en la modificación de la noción del mundo conocido pues en lugar de encontrar una ruta alterna hacia las tierras del lejano Oriente, el reino de España encontraría un nuevo continente de existencia desconocida para el resto del mundo expandiendo territorios del Imperio español.

Cristóbal Colón zarparía del puerto de Palos en agosto de 1492 y alcanzaría el continente americano en octubre de ese mismo año. Aunque un nuevo continente aparecía frente a los ojos de los españoles y el resto de Europa, se tardaría tiempo en reconocer que se trataba de una nueva región. El mismo Colón aseguraba que se trataba de una parte de las «Indias» y el principal objetivo de la empresa oceánica española de encontrar una ruta alterna hacia el oriente permanecía pendiente mientras Portugal dominaba la nueva ruta de las especies bordeando África.

El objetivo de Cristóbal Colón fue siempre navegar hacia el oeste hasta las «Indias» en busca de especias y otras riquezas de Asia. En sus viajes, Colón encontraría oro en la isla de La Española y en Centroamérica, pero jamás encontró las islas de las especias, que hoy conocemos como las Islas Molucas, parte de la actual Indonesia. Ni siquiera en el cuarto viaje de Colón se pudo encontrar un paso marítimo a la Asia que los europeos conocían.

La competencia entre las potencias marítimas ibéricas se agudizó lo que daría origen al Tratado de Tordesillas en el 7 de junio del año 1494 entre España y Portugal.En este tratado los representantes de los reyes católicos Fernando de Aragón e Isabel de Castilla y el rey portugués Juan II firmarían un compromiso que establecía el reparto de zonas de navegación para explorar y conquistar territorios del océano Atlántico y las nuevas tierras que Cristóbal Colón descubrió en 1492, evitando una confrontación por las rutas de expedición.

El tratado consistió en el trazo de una línea imaginaria a 370 leguas o 1,200 millas náuticas de las Islas del Cabo Verde ubicadas frente al continente africano. Esta línea permitió que la mayor parte del continente americano al occidente de la línea fuera repartido a España mientras que la zona oriental de la línea perteneciera a Portugal. Hacia el lapso de 1580 y 1640 Portugal colonizaría más del territorio brasileño que le correspondería al tratado de Tordesillas ampliando su zona de conquista.

Tras el Tratado de Tordesillas de 1494 la influencia en el mundo había quedado dividida en dos por una línea imaginaria en el océano Atlántico. España tenía el control de la zona oeste, lo que abarcaba buena parte del continente americano, además de las islas Canarias. Portugal, en cambio, controlaría toda la zona este, con territorios que abarcaban desde África hasta el océano Índico y el pico oriental de Sudamérica, que permitiría la colonización de Brasil. Por todo ello España estaba muy interesada en una vía marítima a Asia que no implicase navegar hacia el sur bordeando África y luego ir hacia el este hasta la India.

Nuñez de Balboa. Magallanes y Elcano.

El paso por tierra del Atlántico al Pacífico no se conocía hasta que en 1513 el conquistador español Vasco Núñez de Balboa había avistado el océano Pacífico, al que llamó «mar del Sur», con una travesía terrestre a través del actual Panamá en Centroamérica.

Vasco Nuñez de Balboa había nacido en 1475 en una familia noble en España. Había ingresado en el ejército, combatió contra los moros y había adquirido deudas. Viajaría al Nuevo Mundo asentándose en la isla Española donde se dedicaría a la agricultura y a la cría de cerdos adquiriendo más deudas. Viajaría en un barco como polizón hasta Panamá y por azahares del destino se convirtió en gobernador de la pequeña colonia de Darién en el istmo no sin problemas ante la justicia del reino de España.

El rey Fernando el Católico había ordenado su arresto tiempo después, por lo que Balboa decidió emprender una expedición para conseguir oro, conquistas y descubrimientos par el reino de España y conseguir como recompensa el perdón.

Acompañado por doscientos soldados españoles, Vasco Nuñez de Balboa lideró una expedición sufriendo numerosas penalidades por el calor, la falta de agua, la selva tropical y las guerras contra numerosas tribus indígenas a las cuales sometió a base de duras batallas, logrando algunos aliados entre los nativos, el control de ciertos territorios y un botín de oro.

En sus días de marcha por el denso follaje selvático indios aliados a los españoles les revelarían sobre la existencia de un vasto océano tras unas montañas desde donde marchaba la expedición, además de hablar un reino donde abundaba el oro. Se ha estipulado que la región señalada por los indios aliados de Balboa era la ciudad de Cuzco y el Imperio Inca en el actual Perú.

El explorador español Andrés Contero como parte de la expedición de Nuñez de Balboa divisaría el océano Pacífico por vez primera para ojos europeos desde un acantilado informando a Balboa del acontecimiento.  Vasco Nuñez ante el aviso subiría en solitario a una montaña en septiembre de 1513 y desde ahí contemplaría el mar ante sus ojos. Vasco de Nuñez había divisado por primera vez para los ojos europeos el Océano Pacífico.

Los españoles subieron posteriormente a la montaña descubriendo el océano rompiendo en vítores de júbilo. La expedición clavó una cruz sobre la montaña y emprendieron camino hacia la costa.

A los pocos días lograban alcanzar la playa frente al océano. Vasco Nuñez penetraría a las aguas de la costa hasta las rodillas proclamando que el mar y todas las tierras que bañaba como pertenencia de la corona española bautizando al nuevo océano como “El mar del Sur”.

Balboa sería proclamado como un gran descubridor y enviaría un informe sobre su hallazgo al rey Fernando junto con un quinto del oro obtenido. Balboa fue nombrado adelantado del “Mar del Sur” con Pedrerias Dávila como nuevo gobernador de Darién.

Balboa construiría un barco y navegarlo en el nuevo mar junto a sus soldados siendo los primeros europeos en navegar en el océano Pacífico. Balboa lograría construir cuatro navíos en total. El objetivo era explorar y buscar nuevas tierras hacia el sur; sin embargo, Dávila tendría desavenencias con Balboa acusando al expedicionario de traición.

Balboa sería arrestado y tras un juicio condenado a la pena de muerte por decapitación en enero de 1519.

El descubrimiento de Balboa hizo concebir la esperanza que podría existir una ruta alternativa que bordeara América y alcanzara el océano Pacífico y desde ahí abordar una ruta hacia Oriente.

En este punto surge la figura de Fernando de Magallanes, navegante de origen portugués, quien creía en la posibilidad de llegar a las islas de las especias navegando hacia el oeste, sin necesidad de ir con sus barcos hacia el este bordeando toda la costa occidental de África, y posteriormente regresar a España. Su plan era muy similar al de Cristóbal Colón. Magallanes, nacido en Portugal, tenía experiencia en el mar y conocía bien las Indias, ya que pasó ocho años como soldado de la Armada Portuguesa en el océano Índico.

El viaje era extremadamente complicado, ya que entonces no había cartas de navegación de esa zona del mundo. Los mapas de 1519 no habían cartografiado el recorrido que Magallanes pensaba seguir; solo aparecían algunas islas del Caribe y las costas desde Centroamérica hasta el norte de Brasil, pero no más al sur. En el este, los mapas que mostraban las costas de Asia y África en el siglo XVI no eran especialmente detallados.

La expedición de Magallanes y Elcano consistió en una expedición marítima del siglo XVI financiada por la Corona española y capitaneada por Fernando de Magallanes y como segundo al mando: Juan Sebastián Elcano en su retorno, la cual completaría la primera circunnavegación de la Tierra en la historia.

Esta expedición tenía el objetivo de abrir una ruta comercial con «las islas de las especias» o Islas Molucas por el lado de occidente, buscando un paso entre el océano Atlántico y el océano Pacífico.

Las islas Molucas, durante el siglo XV y XVI, fueron un conjunto de islas de la actual Indonesia, donde eran obtenidas especias importantes como: la nuez moscada y el clavo de olor, condimentos utilizados para la preservación de alimentos; siendo territorios disputados por españoles, portugueses, ingleses y neerlandeses.

Fernando de Magallanes era un marino portugués que se puso al servicio del reino de Castilla tras haber conseguido previamente una vasta experiencia náutica al servicio del reino de Portugal en tierras de Asia entre los años de 1505 y 1513.

La expedición de Magallanes y Elcano estaba formada por cinco naves, las cuales partieron desde Sevilla el día 10 de agosto de 1519 y tras los últimos preparativos, las naves partieron desde Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519 para atravesar el océano Atlántico.

La escuadra de navíos después de haber explorado durante meses el litoral americano en las costas del actual Brasil, logró cruzar el estrecho de Magallanes el 28 de noviembre de 1520, poco más de 1 año tras su partida de España.

En su travesía por el Pacífico llegó a las islas Filipinas, donde el 27 de abril de 1521, muere Fernando de Magallanes en la batalla de la isla Mactán, donde un aproximado de 1500 guerreros nativos isleños se enfrentaron a 49 soldados españoles en la costa. Durante la batalla Magallanes sería herido por múltiples lanzas enemigas.

Los expedicionarios sobrevivientes continuaron la navegación hasta las Molucas, objetivo de su viaje, donde eligieron a Juan Sebastián Elcano para capitanear el viaje de regreso.

Navegando hacia el oeste por el océano Índico y dando la vuelta a África, el 6 de septiembre de 1522 la Victoria, única nave que quedaba en la expedición, retornó a Sanlúcar de Barrameda, ese mismo día la nave fue remolcada río arriba hasta Sevilla, debido a las malas condiciones en las que se encontraba la nave, llegando dos días después (8 de septiembre de 1522)con su carga de especias, convirtiéndose en la primera embarcación de la historia en dar la vuelta al mundo.

Vasco De Gama. Pedro Alvares Cabral. Brasil y la India.

Las políticas de exploración de rutas comerciales que había iniciado con el rey portugués: Enrique El navegante, gracias a los viajes por barco de exploración realizados por Bartolomé Díaz, demostrarían que tras doblar el cabo de Buena Esperanza, la costa africana se extendía en dirección noreste hacia un punto no identificable. En esa situación posteriormente el rey portugués Juan II hacia 1487 retomaría las ideas de exploración en beneficio del reino de Portugal comandando misiones de viaje en tierras árabes a los exploradores:  Pedro da Covilhã y Afonso Paiva. El objetivo era buscar y preparar rutas comerciales con la India. El viaje realizado por ambos exploradores les permitió llegar a Yemen donde se separaron. Paiva se dirigió a Etiopía donde fallecería por causa de la peste, mientras que Covilhã viajaría hasta la isla de Ormuz (estrecho de Ormuz en el actual Golfo Pérsico) y luego a la India, informando posteriormente que el viaje era factible.

La información aportada por Pedro da Covilhã y el antiguo viaje de Bartolomé Díaz, aunque fidedignos, debían ser demostrados. Juan II asignaría la misión a Estevão da Gama, padre de Vasco da Gama, noble al servicio del monarca; pero el rey fallecería en 1497 y subiría al trono Manuel I de Portugal quien designaría la misión al hijo de Estêvão: Vasco de Gama.

Vasco de Gama, hijo de Estêvão de Gama e Isable Sodré, era un destacado militar al servicio del monarca Juan II de Portugal quien se convertiría en explorador para el reino de Portugal.

El 8 de julio de 1497 la expedición de Vasco da Gama zarpó del puerto de Santa María de Belén, a orillas del río Tajo en Lisboa. Estaba constituida por una flota de cuatro barcos con una tripulación de 170 hombres entre marinos, soldados y clérigos.

En diciembre de ese mismo año alcanzaron el Gran río Fish o rio do Infante en la costa oriental de Sudáfrica descubierto en la exploración de Bartolomé Díaz y desde este punto siguen la costa oriental africana en aguas desconocidas para los europeos. La flota de Vasco da Gama alcanza las costas de Mozambique. La expedición portuguesa tuvo inconvenientes con los árabes locales de los cuáles lograron librarse. El sultán regional de Mozambique decide entregarles un guía local con el ardid de éste de entregarlos al sultán de la región Mombasa para ser capturados; pero los tripulantes europeos descubren la trampa logrando continuar su viaje.

En Kenia son recibidos amistosamente por el sultán local quien les asignó un piloto árabe que los guiaría hasta la costa suroeste de la India en la ciudad de Calicut.

El 20 de mayo de 1498, la expedición portuguesa llega a Calicut, ciudad hindú en la actual provincia de Kerala. Vasco da Gama logra entrevistarse con el “zamorín” o gobernador local en busca de acuerdos comerciales, logrando ciertas condiciones de derechos de comercio y comprando ciertas especias.

Con esta hazaña, Vasco da Gama había establecido una vía marítima de navegación entre Europa y la India que sería conocida como “Ruta del Cabo” bordeando el extremo sur de continente africano.

La flota portuguesa partiría de la India el 29 de agosto de 1498 rumbo a Europa. Entre julio y agosto de 1499 los primeros barcos de la expedición alcanzaron Lisboa. Vasco da Gama alcanzaría el reino de Portugal hasta septiembre de 1499 ya que se había desviado de la ruta para dirigirse a las Azores en busca de ayuda para su hermano enfermo que le acompañaba en el viaje. Recompensado por el rey, tras esta hazaña, sería nombrado con el título de Almirante.

El rey Manuel I decidiría nuevamente un viaje a la India para establecer y abrir la ruta hacia el Oriente para conseguir las valiosas especias.

Pedro Álvares Cabral, militar en la corte portuguesa, sería elegido para seguir la ruta abierta de Vasco da Gama partiendo de Portugal en el 9 de marzo de 1500 d.C. hacia la India bajo el mando de 13 navíos.

Siguiendo la costa occidental de África hacia el sur la flota de Cabral en busca de vientos favorables se desviaría hacia el occidente sobre el Atlántico, hecho que lo llevaría a atravesar el océano Atlántico alcanzando las costas del actual Brasil en el Nuevo Mundo el 22 de abril de 1500. Tal acontecimiento ha sido cuestionado por muchos historiadores lo que ha llevado a sugerir que la expedición de Alvares Cabral tenía programado, previo el arribo a la India, la inspección, verificación y marcación de los territorios y límites pertenecientes al reino de Portugal en América tras el Tratado de Tordesillas firmado en 1494.

Las tierras exploradas por Cabral, las costas de Brasil, serían reivindicadas al reino portugués. El explorador haría contacto amistoso con los indígenas locales y almacenaría agua, madera, alimentos y otros aditamentos.

El 3 de mayo zarparía en dirección del sur en cabotaje y el 5 de mayo viraría hacia el este rumbo a África.

Justo en el Atlántico sur una tormenta causaría la pérdida de cuatro navíos. Los barcos supervivientes viajarían hasta el cabo de Buena Esperanza abordando posteriormente la costa oriental de África.

El 13 de septiembre de 1500 alcanzaría la ciudad hindú de Calicut, estableciendo relaciones comerciales con el gobernador local e inaugurando una factoría. Sin embargo, los árabes mantenían sus propias relaciones comerciales por las especias con Calicut y otras ciudades portuarias, donde el control de las especias había caído bajo su control con gran influencia en toda la costa suroeste de la India actual, región también denominada como: Malabar o costa de Malabar. Un grupo de árabes e hindúes locales atacó la factoría portuguesa causando la muerte de varios miembros de la tripulación de Cabral. El motivo del ataque, y la hostilidad en general hacia los lusitanos, radicaba que los comerciantes árabes veían a los recién llegados europeos como competidores frente al monopolio que mantenían con el comercio de las especias y otros productos asiáticos.

Las casas mercantes de Arabia, Egipto y África oriental pagaban a los gobernantes hindúes locales por contar con el privilegio exclusivo del comercio de especias (o ejercían en ellos una enorme influencia). Desde Malabar, los árabes partían con cargas valiosas para los puertos del Mar Rojo y del golfo Pérsico. Desde estos sitios las especias eran conducidas por tierra a los puertos de Alejandría y Siria donde eran compradas por los mercaderes venecianos para su distribución en Europa obteniendo estos últimos cuantiosas ganancias vendiendo los productos a precios elevados al resto de Europa.

Pedro Cabral, en represalia por los ataques, ordenaría atacar la ciudad de Calicut con los cañones de sus barcos, destruiría los barcos mercantes árabes anclados en el puerto de la ciudad confiscando previamente su cargamento y matando a cientos de sus tripulantes musulmanes, acontecimiento que llevaría a que los comerciantes portugueses en el futuro fueran respetados y temidos.

Posteriormente la expedición viajaría hasta las ciudades hindúes de Kochi y Kannu ubicadas en la zona sur de la India actual para fijar tratados comerciales. El 16 de enero de 1501 iniciarían el viaje de regreso a Europa.

Cabral ordenaría a una carabela de la flota como adelantada hacia Portugal para notificar que el viaje había sido un éxito alcanzando el reino el 23 de junio de 1501. El resto de la flota arribaría al reino portugués el 21 de julio de ese mismo año.

Durante todo el trayecto la expedición liderada por Alvares Cabral tuvo algunos percances como el extravío de navíos, el hundimiento de varios barcos, desvío de ruta, reparaciones en los barcos, abandono de algunas mercancías y pérdidas humanas entre la tripulación; de los trece bajeles que habían partido inicialmente solo 7 retornaron al reino de Portugal; no obstante, las mercancías obtenidas tras el viaje proporcionaron ganancias enormes a la corona de Portugal.  

Juan de Nova y la Primera Batalla de Cananor. El retorno de Vasco da Gamma.

El 10 de marzo de 1501 partiría la tercera expedición portuguesa hacia la India liderada por Juan de Nova (João da Nova en portugués), explorador español al servicio del reino de Portugal, siguiendo la ruta establecida en los anteriores viajes hasta alcanzar la ciudad hindú de Kannur (Cananor) comerciando y estableciendo en esta ciudad una factoría. También en el trayecto, previamente descubriría las islas de la Ascensión y Santa Elena en el océano Atlántico frente a las costas de África.

Esta empresa no fue financiada por la corona portuguesa sino por inversores privados y constaba de cuatro carracas de guerra en total.

El gobernador de Calicut, notando la creciente presencia de los europeos atraídos por el comercio y tras los incidentes con la expedición portuguesa anterior, decide atacar la flota lusitana con una armada de barcos a su servicio.

Entre el 31 de diciembre de 1501 y el 2 de enero de 1502 se desarrolló la Batalla de Kannur o Batalla de Cananor (también conocida como la primera batalla de Cananor) donde una escuadra naval de Calicut se enfrentaría a la flota dirigida por Juan de Nova.

Las fuentes no son del todo precisas en cuanto al número exacto de embarcaciones implicadas en la batalla contra los europeos; aunque el estimado es que las cuatro carracas portuguesas se enfrentaron a un aproximado de 200 bajeles enemigos, estando la flota portuguesa en definitiva en franca inferioridad numérica frente a un enorme contingente de barcos de Calicut quienes bloquearon el paso de los portugueses en su ruta de navegación.

Contra todo pronóstico, las fuerzas de Portugal derrotaron ampliamente a las fuerzas enemigas en la Batalla de Kannur, hecho debido a las tácticas de guerra naval tomadas por Juan de Nova, el uso de los cañones portugueses y el entrenamiento ofensivo de la tripulación que les permitiría una asombrosa y tenaz victoria, considerada por algunos historiadores como la primera batalla naval moderna de la Historia.

Tras la batalla de Kannur, la flota de Juan de Nova retornaría a Portugal el 11 de septiembre de 1502.

Previamente, Pedro Alvares Cabral había obtenido honores en la corte portuguesa tras su viaje de exploración y el rey le encomendaría un nuevo viaje hacia la India como comandante de una nueva flota; sin embargo, por orden real, Cabral fue relevado del mando en una situación de causa desconocida, otorgando el rey el liderazgo de la nueva expedición planeada al ya conocido Vasco da Gama, al cual Pedro como parte de la expedición debía obedecer. Se especula que el hecho podría haberse debido a rivalidades entre facciones en la corte por designar el mando de la misión dando consejo al monarca. 

Vasco da Gama partiría en su segundo viaje hacia la India el 12 de febrero de 1502; siendo a la vez el cuarto viaje de Portugal hacia Oriente tras el realizado por Juan de Nova. Esta flota se caracterizó por estar muy armada, una tripulación capacitada y conformada por un total de catorce barcos.

Sin embargo, los problemas entre hindúes, árabes y europeos proseguirían. Los portugueses serían recibidos de forma hostil en Calicut tras la Batalla de Cananor, lo que obligó a Vasco da Gama a tomar rehenes y establecer acuerdos comerciales que al final no se cumplirían, por lo que los portugueses bombardearían nuevamente Calicut en represalia.

Los portugueses afianzarían tratos comerciales con la ciudad rival de Calicut: Kochi. Hacia marzo de 1503 ambas ciudades entraron en conflicto por rivalidades entre sí y los portugueses apoyaron al gobernador de Kochi, buscando establecer beneficios comerciales, capturando e incendiando navíos mercantes árabes aliados o provenientes de Calicut.

Ante esta situación, los árabes de Malabar formaron una numerosa flota muy bien equipada para hacer frente a la escuadra europea y ejercer su dominio sobre la región del océano Índico en definitiva, al mismo tiempo pidieron ayuda al sultán de Egipto quien envió una flota de barcos de guerra para hundir a los bajeles portugueses.

En el año 1503 d.C. la flota portuguesa, siendo superada en número, se enfrentaría a una armada de barcos árabes a la cual derrotaría debido a la capacidad de maniobra de sus navíos europeos y su poder de artillería, obteniendo la victoria en la primera batalla naval en la lucha por el control del Oriente conocida como: Batalla de Calicut o la Batalla de la Costa de Malabar.

La armada árabe era numerosa, actualmente las fuentes difieren del número de barcos; aunque coinciden que superaban abrumadoramente a la flota portuguesa careciendo de habilidad de maniobra y su artillería era muy reducida en comparación con los navíos portugueses, siendo en la batalla casi aniquilada por una armada europea mucho más pequeña entrenada en el empleo de los cañones y a maniobrar como escuadra.

Consecuentemente, se estableció un tratado comercial entre Kochi y el reino de Portugal, Vasco da Gama fundaría una colonia portuguesa con factorías en la ciudad hindú, dejando parte de la flota en su custodia y estableciendo una hegemonía marítima en la zona. El navegante portugués retornaría a Europa en septiembre de 1503.

Seis años después de la llegada de Vasco da Gama a Portugal, proseguirían nuevas expediciones hacia la India conformando la llamada: “Ruta Marítima de la India” y la formación de diversos asentamientos portugueses en la costa de hindú, y algunos en el interior del territorio, conocidos en conjunto como: Estado portugués de la India o simplemente como Goa, por ser ésta el nombre de la principal colonia portuguesa.  Una serie de gobernadores serían nombrados por el rey de Portugal en turno para regir sobre las colonias del reino en la India.

Hacia el año 1524 Vasco da Gama sería nuevamente enviado a Oriente para ejercer el cargo de gobernador de la India Portuguesa, suplantando al virrey de turno Duarte de Meneses. En la plaza portuguesa de Goa adquiriría malaria y fallecería en diciembre de 1524. Sería enterrado en la iglesia de San Francisco fundada en Kochi. Para el año de 1539 sus restos mortales serían trasladados a Portugal.

Inglaterra, John Cabot y América.

Giovanni Caboto era un explorador y navegante de origen genovés quien se había dedicado al comercio marítimo alcanzando gran experiencia como marino. Habiendo trabajado en Venecia como marinero comerciante posteriormente hacia el 1490 d.C. trabajaría para la Corona de Aragón.A sus oídos llegaron los descubrimientos de Cristóbal Colón y decidió realizar sus propias expediciones marítimas buscando apoyo entre los reinos de España y Portugal donde no obtuvo resultados.

Sin embargo, para el año 1495 viajaría a Inglaterra donde expondría sus ideas de exploración al rey inglés Enrique VII logrando asentarse en la ciudad portuaria de Bristol cuyos comerciantes decidieron apoyar sus ideas de expedición para comerciar con las islas de las Especies ante los avances de los reinos español y portugués. La idea de Caboto era llegar a las Islas Molucas a través de la región del Atlántico Norte, teorizando que esta ruta era más corta que la travesía descubierta por Colón.

El monarca Enrique VII daría permiso a liderar la expedición de Caboto en busca de una nueva ruta comercial para Inglaterra. El navegante partiría por el Atlántico con 5 navíos en 1496. Esta primera incursión marítima no tendría éxito. La tripulación se amotinaría cerca de Islandia lo que obligaría a Caboto a retornar a Inglaterra.

En mayo de 1497 realizaría un segundo intento. En esta ocasión con un solo barco: el Matthew y navegando en dirección noroeste alcanzaría tras cincuenta y dos días de navegación las costas de Terranova (Canadá) y la península de Labrador en junio de ese mismo año, creyendo que eran las costas de Cipango (nombre conocido por los europeos de Japón). Caboto y su tripulación desembarcarían en tierras de Norteamérica y explorarían las costas aledañas tomándolas como posesión de Inglaterra.Tras el descubrimiento de las zonas de Norteamérica, Juan Caboto pasaría a ser considerado por algunos historiadores como el primer europeo, después de los vikingos del siglo x, en llegar a América.

Los marineros de la expedición inglesa bajo el mando de Caboto, retornarían en julio de 1497 al reino inglés alcanzando sus costas y el puerto de Bristol en agosto de ese mismo año donde el rey inglés le recompensaría con una pensión por sus servicios prestados y recibiendo el rango de almirante. Caboto partiría en una nueva expedición con cinco navíos. Durante una tormenta uno de estos regresaría a Irlanda para ser reparado producto de averías tras la misma. Los otros cuatro seguirían rumbo del Atlántico Norte. De Caboto y esta expedición nada se conoce posteriormente; ya que se carecen de registros sobre los acontecimientos posteriores sobre la misma.

Se ha creído la hipótesis de un posible naufragio de toda la expedición con el fallecimiento de Caboto y todos los tripulantes de los barcos. Tanto el fallecimiento o desaparición de Caboto ha desatado debates entre historiadores y, especialmente, entre su relación con la ciudad portuaria de Bristol y la llegada a América de los primeros europeos. Existen teorías que hacen referencia a italianos comerciantes radicados en Bristol, Londres y con una representación en la corte del rey inglés Enrique VII, hubiesen apoyado económicamente la expedición de Caboto e influenciado al mismo tiempo al monarca para dar su apoyo al marinero italiano en nombre de Inglaterra en un viaje de exploración en busca de un pasaje hacia las Indias orientales.

Se especula que la clave de la ciudad portuaria de Bristol y su elección por Caboto estaría en la ayuda de italianos comerciantes radicados en Inglaterra y en la larga tradición marinera de Bristol junto a datos antiguos, no confirmados, que sugieren que los pescadores de Bristol habrían navegado anteriormente (décadas atrás) a través del Atlántico Norte en busca de nuevos territorios de pesca entre 1480 y 1481 d.C. encontrando en una travesía nuevas tierras correspondientes a las costas de la Península de Labrador y los “Grand Banks de Terranova”; hecho que supondría que marineros ingleses habrían alcanzado las costas americanas previo a los viajes de Caboto y Cristóbal Colón.

Los marinos pescadores regresarían a Bristol, Inglaterra, para informar del descubrimiento de nuevas tierras al noroeste de Europa tras un largo viaje por los mares del Norte, con las hipótesis resultantes que tal descubrimiento habría sido rechazado o descartado por las autoridades o que los pescadores de Bristol habrían mantenido en secreto el descubrimiento de nuevas tierras costeras que eran ricas en la pesca y evitar la intrusión de otros pescadores o reinos “competidores” en la captura de peces y caza de cetáceos.

Podría inclusive teorizarse que las expediciones fallidas de Caboto habrían sido perpetradas por los marineros de Bristol para evitar que los bancos ricos de fuentes de pescado no fuesen descubiertos por otras ciudades pesqueras. Hipótesis más atrevidas señalan que tras estos hechos oscuros, los pescadores ingleses de Bristol, y posiblemente otros más en Reino Unido, ya tenían conocimiento de la existencia del continente americano en el área de Norteamérica del actual Estados Unidos y Canadá (Terranova, Labrador, etc.) desde años o siglos atrás como un territorio cuyas costas eran excelentes fuentes de recursos pesqueros, suponiendo para esos marineros que aquellas nuevas tierras eran islas septentrionales cercanas a Cipango (Japón) sin imaginar que estaban frente a un nuevo continente.

Esta situación apuntaría a la hipótesis del navegante portugués João Vaz Corte Real quien hacia el año 1472 habría organizado expediciones marinas junto con los reinos de Noruega y Dinamarca y hacia el noroeste del océano Atlántico alcanzando a descubrir una isla que sería conocida como: “Terra Nova do Bacalhau” o Tierra Nueva el Bacalao, que algunos historiadores supondrían el territorio de la actual Terranova; no obstante, existe una ausencia de pruebas exactas con el viaje de João Vaz Corte Real y su posible implicación en el descubrimiento y llegada a América en las costas del actual Canadá; aunque el debate entre historiadores señalaría a que Corte Real fue “oficialmente” el primer europeo en haber alcanzado las costas de América 20 años antes que Colón.

Corte Real tuvo siete hijos de los cuáles tres, Gaspar, Miguel y Vasco Anes Corte Real, continuarían como navegantes en imitación a su padre. Gaspar realizaría su primer viaje en el año 1500 rumbo a Terranova, con un segundo viaje hacia el 1501 en una segunda expedición al continente americano de la cual nunca regresaría. Miguel partiría en 1502 hacia Terranova en un viaje de exploración en busca de su hermano del cual tampoco fue visto nunca más. Vasco Anes quiso ir en busca de sus hermanos, pero el reino portugués le negó el permiso dejándolo en su país como capitán-donatario, en sucesión de su padre.

Tal proceder de viajeros siempre se ha relacionado con los descubrimientos de los vikingos y su llegada a América desde el siglo XI d.C. durante la Edad Media y los relatos y posibles experiencias de las expediciones de los nórdicos en el Nuevo Mundo habrían de extenderse de forma secreta en algunos sectores europeos por espacio de siglos.

Los viajes interoceánicos tuvieron también sus orígenes no solo el buscar nuevas rutas comerciales para fortalecer sus economías, sino además el deseo de los reinos cristianos como Portugal y España de proteger Europa frente al Islam, así como el desarrollo de los avances científicos y tecnológicos aplicados a la navegación y la expansión de las monarquías cuyos territorios albergaban la posibilidad de contener recursos naturales para su explotación.

Bibliografía:

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-Molinari, Diego Luis. Descubrimiento y Conquista de América. De Erik El Rojo A Hernán Cortés. Universidad de Buenos Aires, Argentina. 1983.

-Parry, John H. Europa y la Expansión del Mundo 1415-1715. Brevarios. Fondo de Cultura Económica. México D.F. 2014.

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