Campaña contra Lombardía.
El papa Gregorio III fallecería en Roma en el año 772, siendo elegido como su sucesor ocho días después el papa Adriano I.
Entre las primeras políticas de Adriano figuró la demanda de ciertas ciudades en la península itálica en manos del rey de Lombardía Desiderio. El rey lombardo decide invadir la península itálica tomando algunas ciudades papales. Adriano solicitó ayuda a Carlomagno por medio de una delegación papal y a la vez exigiéndole cumplir con las políticas de su padre Pipino el Breve. Desiderio al mismo tiempo enviaría una embajada a Carlomagno para solventar la rivalidad contra Roma.
Carlomagno recibiría a las delegaciones en la ciudad de Thionville donde daría su apoyo al Papa Adriano lo que conllevaría a la defensa militar de Roma y el papa por parte del reino carolingio.
Carlomagno prepararía su ejército para iniciar una nueva campaña bélica.
En el año 773 Carlomagno y sus huestes incluido su tío Bernardo cruzan los Alpes para atacar al reino Lombardo sitiando ese mismo año la capital: Pavía donde estaba refugiado el rey Desiderio. Sin embargo, el hijo de Desiderio, Adelgis, decide ir en ayuda de su padre desde la ciudad de Verona. Carlomagno levantaría el asedio para enfrentarse a Adelgis haciéndolo retroceder hasta las costas del mar Adriático. Adelgis huiría hacia Constantinopla en busca de ayuda del emperador Constantino V.

Carlomagno proseguiría con el asedio a Pavía hasta el año 774 dejando parte de su ejército mientras marchaba a Roma para ceder los territorios exigidos por el papa. Retornaría a su ejército en Pavía ese mismo año donde los lombardos se rendirían ante el asedio y abrirían las puertas de la ciudad.
Desiderio sería hecho prisionero y enviado a la abadía de Corbie. Carlomagno por su lado tomó la corona de los lombardos convirtiéndose en su rey e incorporando el reino de Lombardía al imperio carolingio.
Carlomagno retornaría a su reino dejando una guarnición en Pavía.
Algunos nobles lombardos no reconocerían a Carlomagno como su nuevo rey por lo que se sublevaron, tal es el caso de Hildeprando de Spoleto. Carlomagno combatiría posteriormente a los nobles rebeldes sometiéndolos en el año 776, logrando la pacificación del norte de Italia.
Campaña en España. Roncesvalle y Al – Ándalus.
Desde la invasión de los árabes a la península ibérica, la creación del Emirato de Córdoba y el nacimiento de la resistencia cristiana con el nacimiento del reino de Asturias, llegaría al trono del emirato árabe ibérico Abderramán I hacia el año 756.
El reinado de Abderramán estuvo caracterizado por sofocar revueltas internas, especialmente contra aquellos musulmanes que se resistían a su mandato, situación que evitaría campañas contra los reinos cristianos del norte de la península ibérica, permitiendo a estos resistir más tiempo frente al avance musulmán.
A esta dieta de Paderborn, acudieron a pedir ayuda el gobernador musulmán de Barcelona Sulayman ben al-Arabí.
Ante la solicitud de los representantes musulmanes Carlomagno establecería los preparativos para una campaña de invasión al norte de España, buscando una guerra de conquista que permitiera crear un límite entre el reino carolingio y el mundo islámico que sería la futura Marca Hispánica.
La invasión se llevó a cabo, pero no fue muy exitosa, como lo demuestra el ejemplo de la batalla de Roncesvalles en Navarra.
En el 777, encontrándose Carlomagno en la comarca de Paderborn, acontecería el Reichstag de Paderborn o dieta de Paderborn, una reunión de los representantes principales de los reinos feudales sometidos al rey carolingio. En esta dieta Carlomagno y sus comandantes decidirían campañas bélicas contra los sajones; ya que es en estos años iniciaban las luchas entre el reino Carolingio y la tierra de Sajonia; un conflicto que duraría aproximadamente 30 años.
En la dieta de Paderborn Carlomagno atendería la embajada del gobernador de Zaragoza, Sulayman Ibn al-Arabi, así como los gobernadores musulmanes de los territorios de Huesca y Gerona, todos ellos enfrentados a Abderramán I, el emir omeya de Córdoba, deseosos de rebelarse contra él por causa de los conflictos internos entre los diversos reinos musulmanes del Califato de Córdoba, pidiendo protección al Imperio Carolingio y ofreciendo a cambio vasallaje a Carlomagno.
Carlomagno aceptaría la oferta en un acuerdo establecido con los embajadores musulmanes.

Al año siguiente del 778 Carlomagno organizó una gran expedición militar, según el testimonio de su biógrafo Eginardo, rumbo a Zaragoza en la Península Ibérica. Pamplona capituló ante Carlomagno y su ejército. Sin embargo, la ciudad de Zaragoza, en contra de los acordado, no se entregó a los carolingios; lo que obligaría a Carlomagno a poner sitio a la ciudad al violar el acuerdo.
Durante el asedio aconteció una sublevación de los sajones en el noreste del reino carolingio, por lo que Carlomagno se vio obligado a levantar el sitio.
Carlomagno decidió retornar a Francia y en su camino atacó Pamplona derribando sus murallas, hecho que molestó a sus habitantes. Al atravesar Carlomagno los Pirineos en su trayecto la retaguardia del ejército carolingio, separada del resto del contingente y a la zaga, fue atacada en una emboscada hecha por los vascones en la región de Roncesvalles.
En la escaramuza murieron importantes personajes del reino como: Roldán, jefe de la marca de Bretaña, el senescal Egihardo y el conde palatino Anselmo, acontecimientos que originaría el Canto épico medieval de la Canción de Roldán.
Tras el fracaso carolingio no surgiría una nueva gran expedición; sin embargo, Carlomagno procedería a una conquista lenta pero progresiva del extremo noreste peninsular por medio de batallas y defensas de territorios, dando origen a toda una serie de ciudades, regiones y fortalezas vasallos del Imperio Carolingio dando origen a la Marca Hispánica o limes Hispanicus.
Esta actividad del reino carolingio sobrevendría a que hacia el 785 los francos controlaban las ciudades de Gerona, Urgel y Cerdaña. Ello propició la respuesta de Abd al-Rahman, ante el dominio carolingio de los reinos cristianos del noreste de la península, dirigiría una ofensiva en el año 793 contra el reino franco, iniciando un ataque a Gerona, la cual no pudo conquistar, y llegando hasta Narbona siendo sus ejércitos rechazados.
La progresión franca continuaría en los primeros años del siglo IX bajo la dirección de Luis, rey de Aquitania, quien se apoderaría de Barcelona en el 801, consolidando el limes Hispanicus.

Guerra contra los Sajones.
La guerra contra los sajones sería tenaz por parte del Imperio Carolingio.
Este conflicto sería el más duradero en la historia de los francos con un período de duración de 30 años, desde el 772 hasta el 804.
Esta guerra tendría como principal característica la resolución en su la lucha contra el paganismo.
Muchas de sus batallas estuvieron dirigidas principalmente por Carlomagno. Los sajones resistieron apoyados por su líder Widukindo ante el empuje de los francos.
En un período de guerra entre el este del Rhin y entre el Ems y el Elba y al norte de Hesse y Turingia, tierra habitada por diversas tribus sajonas con ausencia de una realeza propia, las cuales realizaban incursiones de ataque y pillaje sobre los territorios sometidos al reino franco cerca de sus fronteras.
Ante este acontecimiento las primeras campañas carolingias ocurrieron entre el 772 y el 775, siendo empresas de castigo ante los avances de los clanes sajones.
En el año de 772, Carlomagno destruyó el árbol sagrado de Irminsul de las tribus germánicas del norte, lo que provocó el enfado de Sajonia desatando nuevos e intensos ataques contra poblaciones carolingias.
Como reacción de los francos a partir del año 775 d.C. las campañas del Imperio Carolingio fueron dirigidas a la conquista del territorio de Sajonia, acompañadas del hecho de la cristianización de los sajones.

Como medida defensiva Carlomagno establecería fortalezas a lo largo del río Lippe, especialmente Paderborn, donde en el año 777 se reuniría la asamblea de los francos en la cual Carlomagno dirigiría sus conquistas hacia el territorio de la península ibérica.
Sin embargo, en el año 778 se produjo una sublevación sajona liderada por el westfalio Widukindo, justo cuando Carlomagno y sus ejércitos estaban en plena campaña de la península ibérica.
A partir de estas revueltas las guerras entre francos y sajones se extenderían por más tiempo sin que el Imperio Franco no pudiera someter a los sajones fuertemente arraigados a sus tradiciones.
En el año 782 d.C. Widukind organizaría una revuelta y posteriormente organizaría un ejército que se enfrentaría a un contingente franco derrotándolo en el territorio de Süntelgebirge, al este del Weser.
Carlomagno enfureció y respondió con extremada dureza, formando un nuevo ejército en una nueva campaña contra Sajonia.
Widukindo huyó a territorio danés. En Verden, a orillas del Aller, Carlomagno en castigo tomaría a 4.500 sajones rebeldes y los decapitaría.
Nuevas incursiones fueron desarrolladas hasta que en el 785 Sajonia fue sometida junto a la rendición y bautismo de Widukindo al cristianismo. Las medidas tomadas contra los sajones resultaron en una cristianización forzada con la amenaza de muerte hacia el retorno del paganismo germánico.
Aunque gran parte de los pueblos sajones fueron convertidos y sometidos al cristianismo, nuevas revueltas acontecieron en el año 792.
Los habitantes de westfalia se alzarían contra el Imperio Carolingio seguidas de otros clanes más.

Carlomagno sofocaría con fuerza estos levantamientos entre el año 794 y 796.
La guerra contra los sajones terminaría hacia el año 804, cuando Carlomagno sometería y aplastaría la última resistencia sajona y deportando a cerca de 10,000 pobladores sajones a la provincia carolingia de Neustria como una forma de someter a los sajones sublevados y que aceptaran el cristianismo como su religión renunciando a sus ideales paganos.
Derrota de los Ávaros.
Los ávaros eran un pueblo oriundo del centro de Asia y habían establecido su campamento base cerca del Danubio, justo donde antaño Atila y los hunos habían establecido su reino, dominando sin embargo un territorio con fronteras inciertas.
Este pueblo organizaba ataques de rapiña contra los reinos alrededor de sus tierras de influencia y diversas comarcas en la región de Europa occidental cuyo principal objetivo era conseguir un botín. Esta situación les permitiría en gran medida acumular grandes tesoros resguardados en su fortaleza principal a la cual los reinos occidentales llamarían: Ring o Anillo dada su forma circular.
En el año 788 d.C. los ataques de los ávaros se intensifican sobre la región de Baviera y Friuli, territorios sometidos a los carolingios. Ese mismo año Carlomagno decide atacarlos con su ejército obligándolos a huir.
No obstante, las incursiones de los ávaros proseguirían obligando a Carlomagno a atacar su territorio con un enorme ejército en el año 791 d.C.
El ataque del ejército franco estuvo organizado en tres frentes, de los cuales dos atacan a los ávaros establecidos en Panonia logrando rechazarlos.
El ejército Carolingio avanza hasta alcanzar el territorio dominado por el ávaros arrasándolo con fuerza, consiguiendo un gran botín y tomando prisioneros.
En el año 795 d.C. Carlomagno enviaría un ejército que derrotaría en definitiva a los ávaros apoderándose de su enorme botín acumulado.
Los ávaros quedarían sometidos y se convertirían en un estado vasallo de Carlomagno abrazando el cristianismo. Empero hacia el año 800 d.C. los ávaros serían derrotados y el estado ávaro destruido por los búlgaros.
Bibliografía:
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-Isla Frez, Amancio. «La Europa de los Carolingios». Editorial Síntesis. Madrid, España. 1999.
-García de Cortazar, José Ángel; Sesma Muñoz, José Ángel. «Manual de Historia Medieval». Alianza Editorial. España. 2014.
-Le Goff, Jacques. «La Civilización del Occidental Medieval». Paidos. España. 2002.
-Hunt, Norman Bancroft. «Living in the Middle Age». New York. Estados Unidos. 2009.
-Heers, Jacques. «Historia de la Edad Media». Editorial Labor. España. 1984.
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