La Antigua Mesopotamia:

Con frecuencia dentro de la Historia se conoce el papel del Antiguo Egipto como parte de la civilización del mundo antiguo; sin embargo, muy poco se habla sobre los antiguos pueblos de Mesopotamia, contemporáneos del Imperio Egipcio, y su evolución, desarrollo e influencia en la formación civilizadora de la antigüedad. Mesopotamia, ubicada en Asia occidental, es una región geográficamente comprendida entre el mar Mediterráneo al oeste, el golfo pérsico al este, las montañas del actual Iraq al norte y el desierto de Arabia al sur, cubriendo una superficie de aproximadamente de 300.000 kms.

Dentro de este vasto territorio circulan hasta hoy en día, hacia al norte y el este, dos importantes ríos: El Tigris y el Eufrates. Mesopotamia; cuyo significado procede de los vocablos griegos mesos: “entre” y potamós: “río”, significa: “Entre ríos”. En la parte oriental de esta región, 4,000 años antes de Cristo, cerca de la desembocadura de los ríos Tigris y Eufrates en el golfo Pérsico, se desarrolló una civilización conocida como Sumeria. Hasta la fecha se desconoce el grupo étnico de los sumerios y los debates sobre su origen continúan; aunque al momento de tener noticias de ellos se sospecha que provenían de las zonas montañas del norte y buscando tierras fértiles se asentaron entre el río Tigris y Eufrates.

Mesopotamia, como región entre los rios Tigris y Eufrates, fue una zona que engloba a toda una cultura que habitó la región entre el V milenio a de J.C. y el primer milenio a. de J.C. Los habitantes de este espacio geográfico no se autodenominaban como «mesopotámicos». Los pobladores de esta zona utilizaban la palabra kalam (sumerio antiguo), para nombrar a esta tierra a la cual pertenecían, al igual que matu (acadio antiguo), vocablos que significan «país». También utilizaban el término: Kin En Gir que significa «tierra de los señores civilizados». Otro apelativo que se daban así mismos era el de: Abr nahrain (sumerio) que significaba: «La tierra entre ríos». Mesopotamia está dividida en dos regiones diferentes: el norte o Alta Mesopotamia, y al sur la Baja Mesopotamia. La zona alta, donde nacen ambos ríos (Turquía actual), es montañosa, lluviosa y es donde se desarrolló la agricultura con el cultivo de los cereales y la ganadería; mientras que la zona baja es una llanura desértica donde nació la agricultura de regadío y el uso de la arcilla y el adobe, tres elementos claves que permitieron el desarrollo de pueblos, culturas y ciudades en la región. Los habitantes de este territorio conocían ambos ríos. El rio Eufrates lo llamaban: Buranun en sumerio ó Purattu en acadio. El rio Tigris era nombrado como Idigna en sumerio e Idiqlat en acadio.

Entre el Séptimo Milenio a.C. y el Tercer Milenio a.C. Los primeros pobladores de Mesopotamia hasta la aparición de los Sumerios.

Los primeros ocupantes de Mesopotamia llegaron desde las tierras altas de las regiones del Noroeste, del norte y del este del Medio Oriente, muy probablemente conformados por etnias y culturas distintas entre el séptimo y sexto Milenio a.C. Poco o nada se conoce de estos colectivos a excepción de insignificantes vestigios arqueológicos. Estos primeros grupos ocuparon las primeras parcelas de tierra alrededor de los ríos Tigris y Eufrates de forma diseminada, trayendo consigo sus herramientas, su estilo de vida rudimentario y sus animales domésticos. Estos migrantes descubrieron una tierra con brazos de agua de abundantes peces, espesos cañaverales con animales salvajes y aves, palmeras datileras y las inundaciones anuales de los ríos Tigris y Eufrates que dejaban el limo residual como abono natural que fertilizaba la tierra.

En este tiempo ocurrió de forma lenta pero progresiva la unión de pueblos nómadas, dedicados al pastoreo de sus animales de ganado, con los pueblos sedentarios que habían descubierto la agricultura, fusionando lo mejor de ambas culturas. La sedentarización obligó a estos pueblos a desarrollar otras técnicas de supervivencia para su nuevo estilo de vida junto a la creación de una organización social: la fabricación de la cerámica, el desarrollo de la metalurgia, la elaboración del tejido y los inicios de los primeros intercambios comerciales.
Cada grupo en su región progresó de diferente manera adaptándose a los medios del rio y del desierto, dedicados a la cría de ovinos y al cultivo de cereales para garantizar su supervivencia frente al inhóspito clima, las enfermedades y la lucha por evitar las hambrunas. En este punto nacen los primeros guías o líderes de cada tribu junto a los primitivos sacerdotes o una mezcla de ambos. Los primeros lograron organizar las comunidades bajo un mando tribal en consenso y luego generalizado como los jefes o caudillos enfocados principalmente en la defensa. Los segundos se erigieron como mediadores de los fenómenos naturales que ejercían influencia en gran medida la vida y los acontecimientos de los individuos, los cuáles tomarían la forma de entidades místicas o deidades dignas de veneración en la imaginación de estos pobladores.

Es en este período entre el séptimo Milenio a.C. y el Tercer Milenio a.C. ó Etapa Protohistórica de Mesopotamia, donde los pueblos sendentarios realizan una transición hacia un período de una estructura social más sofisticada. En este intervalo los pobladores protohistóricos de Mesopotamia practicaron y mejoraron las técnicas de la caza y la ganadería así como la agricultura. Los refugios y viviendas evolucionaron desde simples refugios y chozas hasta casas de adobe, pueblos fortificados y templos. Trabajaron la cerámica elaborada a mano, desde simples jarrones ovoides y vasijas hasta cuencos ornamentales. Esta etapa de la protohistoria Mesopotámica ha sido dividida en seis grandes períodos de una cronología aproximada, caracterizados por una serie de elementos y que llevan el nombre del lugar de sus excavaciones en Medio Oriente:

Período de Hassuna: 5800 aC. – 5000 a.C.: Los primeros centros poblacionales fueron aldeas hechas de caña y paja alrededor de los grandes ríos Tigris y Eufrates, evolucionando al surgimiento de las primeras casas de barro y adobe rectangulares. consistentes en figurillas de barro de mujeres desnudas y sentadas. Estos habitantes ejercían la agricultura de trigo y cebada y los granos de las cosechas eran dispuestos en depósitos de arcilla cruda enterrados en el suelo. El pan elaborado se cocía en hornos tanurs. Se dedicaban también a la ganadería y a la caza domesticando onagros y cazaban gacelas para desollar sus pieles. Trabajaron la cerámica con jarras piriformes (forma de pera) junto a la elaboración de estatuillas de mujeres desnudas y sentadas. Los primeros enterramientos fueron en jarras con huesos de niños y los adultos cubiertos con esteras al interior de los hogares junto con ajuares funerarios.

Período de Samarra: 5600 – 5000: En este período los habitantes alrededor de los dos grandes ríos se dedicaban a la agricultura, la ganadería y la caza. Cultivaban el trigo, la avena, la cebada y el lino utilizando las crecidas del Tigris y el Eufrates, contando con graneros para el almacenamiento de la cosecha. Utilizaban herramientas como la hoz de madera con láminas de sílex. Las aldeas evolucionaron al contar con la defensa de pozos de hasta 3 metros de diámetro con muros de arcilla contra animales depredadores o contra las primeras incursiones de grupos enemigos (posiblemente nómadas). Las casas están hechas de ladrillos crudos, y eran espaciosas con suelos cubiertos de yeso. Se sabe que existió una actividad comercial entre diversos pueblos de la región. Los enterramientos se encuentran al interior de sus casas en posición fetal, acostados de espalda o de lado, mientras que los enterramientos de niños se realizan dentro de grandes jarras o cuencos.
En este período los pobladores fabricaron una cerámica más elaborada con dibujos geométricos que representan animales, hombres y mujeres y llegaron a crear el horno de fundición para trabajar el cobre y el plomo.

Período de Hallaf: 5500 – 4500: Las casas en este período estaban hechas de ladrillo crudo, siendo rectangulares y también redondas en forma de bóveda con asentamientos ubicados en las cercanías inmediatas de los grandes ríos. Es característico la fabricación de estatuillas de terracota (arcilla endurecida al horno) de mujeres desnudas de cabeza amorfa pero con cuerpo voluptuoso sosteniendo sus grandes pechos con sus manos de forma sugestiva, conjeturándose que se trataba de amuletos contra la esterilidad y no de “diosas madre”.
La cerámica elaborada por estos pueblos es de arcilla por cocción con cuellos largos y ensanchados. Acontece un crecimiento de la actividad comercial entre aldeas con un mayor incremento y extensión de las poblaciones las cuáles dependían de mayor medida de la agricultura y la ganadería, manteniendo silos para el almacenaje de granos básicos junto a corrales para el resguardo de ovejas, cabras y cerdos; además de una mayor actividad en la pesca y caza de aves salvajes, observando además los beneficios de las inundaciones en los márgenes de los rios.

Período de El Obeid o Ubaid: entre el 5000 a.C. al 3750 a.C.: los asentamientos son eminentemente dependientes de la agricultura y ganadería. Los pobladores han conseguido materias primas del extranjero producto del comercio entre las que se encuentran: cobre, oro, lapislázuli y el marfil. La poblaciones son más grandes con casas y con murallas de adobe de considerable grosor alrededor de los asentamientos junto a pozos periféricos como medida defensiva, revelando que en este período ya existían «oficialmente» los primeros conflictos entre poblaciones. Así mismo estos asentamientos tendrían los primeros templos de adobe ubicados en el centro del poblado, evidenciando un control social por la religión sobre los habitantes, siendo catalogados como: “señoríos eclesiásticos”. Los cadáveres eran enterrados de espalda o en posición fetal con ajuares funerarios. Los objetos de cobre fueron más abundantes y surge el torno del alfarero, indispensable para la fabricación masiva de la cerámica. Además se fabrican múltiples esculturas.

Período o Etapa de Uruk: entre el 3750 a.C. y el 3150 a.C.: debido a la expansión y crecimiento de las poblaciones, las precipitaciones de lluvia escasas y la necesidad de un riego permanente para los cultivos, sin esperar las inundaciones anuales de los rios, hizo surgir la idea de una irrigación artificial excavando canales a partir de los cursos de agua de los ríos, logrando el riego de múltiples áreas agrícolas. El nacimiento de los canales de riego fue una empresa que debió movilizar a toda una sociedad enérgica y organizada, además de llevar forzosamente a la formación de confederaciones entre poblaciones que compartían objetivos comunes, hecho que condujo a la unión de aldeas y posteriormente la formación de grandes asentamientos. Surgen también las incursiones de otros pueblos nómadas que ocasionalmente atacan a los asentamientos siendo rechazados.

La metalurgia y el torno del alfarero, en esta etapa de Uruk, se especializaron junto agricultura con el surgimiento del arado de bueyes, la fabricación del carro de cuatro ruedas tirado por onagros y la elaboración de la vela en las embarcaciones para navegar el Tigris y el Eufrates, lo que permitió un mejor desarrollo económico y social. Las poblaciones fueron más grandes, con murallas reforzadas con torres mientras que las casas de los pobladores son hechas de ladrillos crudos con tres habitaciones y un almacén. El comercio se vio fortalecido con las importaciones de madera de pino. Los templos se multiplicaron junto con la aparición de las primeras imágenes antropomorfas de los dioses hechas de piedra de pequeño tamaño; lo que indicaría que los sacerdotes tenían un peso enorme sobre las decisiones políticas y económicas de los asentamientos. Tras la Etapa de Uruk ,sobreviene hacia el 3150 a.C. y hasta el 2900 a.C. la etapa conocida como: “Jemdet Nasr”, (por el nombre del lugar de las excavaciones) caracterizado por ser una prolongación del periodo de Uruk; aunque con mayor evolución, junto con la aparición de las primeras entidades políticas como contrapeso al poder de los templos y el surgimiento de los primeros líderes políticos como representantes de los dioses que serían los futuros “reyes”.

Es en esta época, a finales del cuarto Milenio a.C., durante o antes del año 3150 a.C. (etapa final del período de Uruk) donde aparecen en Mesopotamia un pueblo conocido como los: “Sumerios”. Se desconoce si éste pueblo ingresó de forma pacífica o en plan de conquista a la región, de forma sucesiva o por intervalos sobre los pueblos ya asentados; sin embargo sus primeros asentamientos fueron la zona sur de la Baja Mesopotamia (cerca del Golfo Pérsico) o «el país de Sumer», fusionándose y muy posiblemente absorbiendo la cultura de los locales. Los rasgos culturales entre pueblos fueron mezclados con la llegada de los Sumerios, adaptándose al entorno y desarrollando junto al ingenio una sociedad mejor organizada hacia una mejoría de la agricultura y la ganadería con respectivos excedentes, especialmente del comercio: basado en cerámica, herramientas y materias primas, y la unión de diferentes poblados con la aparición de las primeras ciudades. Al mismo tiempo, cerca del año 3000 a.C. los pobladores sumerios en el oficio de la metalurgia descubrieron la mezcla del cobre con el estaño formando la aleación del bronce, incorporándolo a sus armas para repeler los ataques de los nómadas.

Cada ciudad ejerció su propio derecho de dominarse así misma con el surgimiento de sus primeros gobernantes considerados de “origen divino” dando lugar a la creación de las primeras Ciudades-Estado construyendo sus palacios y templos y dominando los campos cultivables a su alrededor para alimentar a su población. Sin embargo, el crecimiento poblacional, la escasez de recursos naturales en ciertas ocasiones, las migraciones e invasiones de pueblos nómadas y la ambición de caudillos locales dio paso al ataque y conquista de los primeros centros urbanos, los cuáles se vieron obligados a construir murallas a su alrededor como método de defensa y organizar sus primeros ejércitos, lo que generaría un ambiente hostil donde las ciudades luchaban entre sí por su defensa o hegemonía.

EL TERCER MILENIO a.C. – Sumerios, Acadios y Guteos. Sargón I «El Grande»:

En un principio, los diversos pueblos, asentados en la tierra de Mesopotamia, construyeron sus casas de adobe, las cuales invariablemente se derrumbaban; pero con el paso del tiempo fueron construyéndose en plataformas y mejorando sus técnicas de construcción. Estos habitantes entre el Tigris y el Eufrates llamaban a su tierra Kalam y también Kengi o Ki en gi cuyo significado era: «país/tierra de cañaveral»; y se autodenominaban a sí mismos como: Sag-giga que significa «el pueblo de las cabezas negras».
No tenían papel, y escribían por medio de pictogramas (signo visual), los cuáles evolucionarían constituyendo una escritura esquemática denominada: cuneiforme, hecha en tablas de arcillas por medio de un punzón de junco. Estos habitantes serían conocidos posteriormente por otros pueblos invasores como: «Sumerios».
Sin embargo, estos sumerios no fueron los primeros habitantes del creciente fértil entre los ríos al que llamaban Kalam; sino que habían llegado del exterior, probablemente desde mediados del IV milenio a. de J.C. o cerca del año 3000 a.C. desplazando o absorbiendo a los habitantes originales de los que poco o nada se sabe y cuyos restos arqueológicos han sido encontrados en la región de Ubaid (el Obeid) población cercana a la antigua ciudad de Ur.

Los sumerios tras establecerse, sembrar y cosechar y desarrollar comunidades, formaron ciudades donde se concentraba buena parte de la población dedicada a la agricultura del trigo y la cebada, el pastoreo de cabras y ovejas y, con todo ello, dedicados al floreciente comercio a base del trueque, lo que los condujo a desarrollar una próspera civilización. Hacia mediados del III Milenio a. de J.C. estas ciudades-estado sumerias estaban amuralladas, rodeadas de aldeas y en su interior tenía al menos un templo dedicado a una deidad local.

Las primeras comunidades sumerias, posiblemente antes del año 3000 a. de J.C., estaban gobernadas por dos grupos, uno de hombres mayores y otro de hombres jóvenes; entre ambos un líder escogido por ambos grupos. Se cree que los hombres mayores pudieron haber sido los sacerdotes y los jóvenes los guerreros, quienes por votación escogían a un jefe. Sin embargo las pugnas entre ciudades por los límites y por las zonas de labranza hicieron que los líderes tomaran el poder absoluto haciendo su cargo hereditario, obteniendo el control militar y luchando contra los sacerdotes, trasladando su poder a un palacio, dando origen a los primeros reyes sumerios.

Los sumerios no fueron pacíficos. Las ciudades sumerias vivían en constante guerra y combatían entre sí por la hegemonía. Los sumerios nunca tuvieron por lo tanto un reino unificado, el carácter de su civilización estuvo bajo el orden de “ciudades estado”. Cada ciudad era gobernada por un rey llamado: patesi, una especie de rey-sacerdote en aquel tiempo, quienes rivalizaban entre sí con los reyes de otras ciudades sumerias. Ciudades sumerias conocidas como: Ur, Uruk, Umma, Lagash, Nipur, Eridu, Kish, Larsa, permanecieron entre períodos de paz y guerra a lo largo de la historia.

Una ciudad sumeria podía volverse poderosa y su rey podría ejercer su poder sobre otras más débiles por lo que vivían en constantes guerras y rivalidades. Sin embargo, a pesar de su afición por la guerra, los reyes sumerios impulsaron grandemente la agricultura, la industria, el comercio y el arte.

Hacia el año 3,000 antes de Cristo, en el ámbito sumerio, aparecen desde el oeste de Mesopotamia unos nómadas del desierto conocidos como: semitas (proveniente del término bíblico: Sem o Shem hijo del patriarca bíblico Noé, cuyos descendientes son llamados: «semitas» correspondiente a los ancentros de: fenicios, árabes, judíos y acadios). Estas tribus estaban dedicadas a sus rebaños de cabras y ovejas y comenzaron a comerciar y socializar con los sumerios. Sin embargo, con el paso del tiempo, los semitas intentaron apoderarse de las ciudades sumerias por medio de incursiones bélicas. Los sumerios por un lado, sabían fabricar espadas, escudos y otro tipo de armas para la guerra y solían vencer a las incursiones de las tribus semitas invasoras; ya que estos últimos luchaban desordenadamente, mientras que los sumerios estaban adiestrados en el ejercicio de la guerra contando con ejércitos preparados.

Las tribus semitas, al no poder obtener la conquista de las ciudades sumerias, se dedicaron al comercio con las mismas, reducido al trueque e intercambio de bienes. Ganado, especies, joyas, cereales, madera, frutas, verduras, vestidos, pieles, fueron una parte decisiva del comercio entre semitas y sumerios. Los semitas entre los intercambios comerciales consiguieron además de productos básicos, los cuchillos, espadas y otros instrumentos de metal. Gracias a estos intercambios comerciales y culturales, los pueblos semitas, rivales de los sumerios, dejaron de ser nómadas y se convirtieron en sedentarios, desarrollando la agricultura entre los ríos Tigris y Eufrates y potenciando su capacidad civilizadora aprendida de los sumerios.

Los sumerios tuvieron su máxima expansión hacia el año 2370 a. de J.C. con el rey Lukal Zaguizi o Lugalzagesi, quien dominó toda sumeria expandiendo su territorio desde el golfo pérsico hasta el mar mediterráneo. Otros autores sostienen que su dominio solo estuvo sobre la Baja Mesopotamia. Sin embargo, los semitas del oeste, fortalecidos y preparados, construyeron una ciudad al norte de Sumeria llamada: Acad/Acadia ó Akkad, Agadé. Por ello, estos semitas vecinos y rivales de los sumerios, serían llamados: «Acadios». Desde la ciudad de Acad los semitas o acadios incursionaron sobre las ciudades sumerias en plan de conquista, la cual iniciaría con un rey acadio llamado: Sargón I de Acadia entre 2334 y 2279 a.C.

Sargón I, Sharrum-Kin «rey legítimo» en acadio, lidera su ejército y se lanza a la conquista de la tierra de Mesopotamia del sur socavando la independencia de las distintas ciudades sumerias. Sargón conquistó las ciudades más importantes de la época: Uruk, Ur, Lagash y Umma librando la decisiva Batalla de Uruk aproximadamente en el año 2334 a.C. donde el ejército de Sargón derrotó a una coalición de sumerios liderados por Lugalzagesi. Posteriormente lanzó una campaña hacia el reino de Elam ubicado al este de Mesopotamia (actual Irán) en una región llamada: los montes Zagros.

Elam era un territorio situado al este de Sumeria y Acad, en la zona actual del suroeste de Irán frente al Golfo Pérsico y al este de la desembocadura de los ríos Tigris y Eufrates. Los elamitas llamaban a su país Haltamti ó Atamti. Los sumerios le llamaban: Elamtu y los acadios: Olakkmi. Elam tuvo su capital en la antigua ciudad de Susa. El reino de Elam mantuvo gran rivalidad con los pueblos de la Baja Mesopotamia.
Sargón I conquistó tiempo después la ciudad de: Mari hacia el noroeste prosiguiendo con su ejército hasta alcanzar el líbano actual y atacando a los territorios de los hurritas hacia el norte. Estos hurritas formarían en la región septentrional de Mesopotamia el reino de Mitanni (desde 1500 a.C.). Las conquistas de Sargón llevaron a la formación del: «Imperio Acadio», con lo que sumerios y acadios se fusionaron totalmente.

Imperio Acadio. Autor: User:Crates. Link: https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Sargon_de_Acad.svg

Debido a esta conquista se considera a Sargón el «Primer monarca» histórico de Mesopotamia. Para muchos historiadores el reino de Sargón es considerado el Primer Imperio de la Historia conocido donde gobernó a muchos pueblos de diversos orígenes. Posteriormente sería llamado por sus sucesores como: Sargón «El Grande» y dispuso su capital en la ciudad de Acad o Agadé. Sargón estableció el acadio como idioma oficial, no obstante, resultó ser un idioma en una mezcla con el sumerio. Estos acadios semitas nombraron en su lengua a la tierra de los Sag – giga como Sumeru, o Shumer, término de donde deriva: «Sumeria».

Una de las ciudades conquistadas por Sargón fue Babilonia, que en aquella época era una ciudad sumeria pequeña y casi sin importancia. Bajo esta conquista de sumeria, los semitas o acadios ya preparados como grandes guerreros y con una estructura civilizada, adoptaron la escritura sumeria cuneiforme y expandieron el comercio hasta el Mediterráneo e hicieron intercambios con el Imperio Egipcio. Sargón falleció en 2279 a.C. Tras su muerte se produjeron numerosas revueltas que fueron sofocadas por su hijo Rimush, heredero al trono, y posteriormente por Naram-Sin, nieto de Sargón I.

Naram-Sin, llevó el imperio Acadio a su máxima expansión conquistando tierras en Siria y Anatolia (actual Turquía). Sin embargo no pudo avanzar hacia los montes Zagros debido a la fuerte oposición de las tribus montañesas de los Guti o Gutios y del reino de Elam. Naram-sin falleció en 2218 a.C. Su hijo: el rey Sarkalisarri, no pudo proseguir las conquistas acadias pues sufrió la presión del reino del Elam y de los gutios. A su muerte en 2192 a.C., los sumerios se rebelaron en diferentes ciudades creando un período de crisis caracterizado por revueltas y peleas internas. El imperio Acadio sucumbió hacia el año 2154 a. de J.C.

La culminación del Imperio Acadio se debió a las constantes rebeliones de los descendientes sumerios, las luchas entre facciones de poder entre los acadios y la invasión de un pueblo procedente de la región de Elam.
Este pueblo que incursionó a finales del III milenio a. de J.C. desde aproximadamente el 2215 a.C. atacando al Imperio Acadio fue el de los: Guti , Gutium (en sumerio) o Gutios.

Los gutios devastaron ciudades importantes de aquella época como: Uruk, Ur, Kish y Lagash; aunque con el tiempo dichas ciudades se recuperaron económicamente. Sin embargo la ciudad de Acad o Agadé, capital de los acadios, fue destruida completamente por la invasión de los gutios; además cortaron las redes de transporte y comunicación en toda la región, sembraron el caos y el pánico sobre los acadios y sumerios impidiendo su reorganización hasta lograr el dominio de la población. Según los registros sumerios, los gutios de Elam trajeron consigo el desorden a la región que había sido conquistada por los semitas acadios anteriormente, siendo estos gutios conocidos como: «hordas de bárbaros incivilizados» y con el sobrenombre de: «dragones de montaña», lo cual refleja la situación calamitosa a la que los gutios sometieron a la región. Luego de la destrucción del imperio acadio, los gutios dejaron guarniciones, reconstruyeron la ciudades y establecieron su propia dinastía de reyes y se integraron rápidamente a la cultura sumeria y acadia sobreviviente la cual absorbieron.

No obstante, los sumerios sometidos primero a los acadios y luego a los gutios, se levantan contra los nuevos invasores desde la ciudad de Lagash y recuperan el control de sumeria nuevamente en un período de guerras entre sí. Los gutios dominaron Mesopotamia en dos períodos: entre 2180 – 2175 a. de J.C. y por más tiempo entre el año 2159 – 2116 a. de J.C. Durante cuatro siglos aproximadamente los sumerios, los acadios y los gutios lucharon entre sí y a la vez terminaron mezclándose unos a otros absorbiéndose culturalmente.

Hacia el año 2100 a.C. y 2000 a.C. ocurre un cambio importante en la historia de Mesopotamia en la mezcolanza de sumerios, acadios y gutios: surge en el escenario una nueva tribu de nómadas semitas, emparentados con los acadios, provenientes de los Montes Zagros (actual Irán) conocida como: los Amoritas o amorreos.

EL SEGUNDO MILENIO a.C. – Hammurabi, Babilonia y el «Período Paleobabilónico» 1894 a.C. – 1595 a.C.

Los Amoritas, llamados: Martu en sumerio, Amurru o Amurrum en acadio (amorreos), eran un grupo de tribus nómadas que se habían asentado en varias regiones de Mesopotamia, inicialmente de forma pacífica, absorbiendo parte de la cultura de sumerios, acadios y gutios ya mezclados. Con el paso del tiempo iniciaron ataques sobre las ciudades de la región, bajo dominio sumerio en su mayoría, que fueron contenidos con facilidad. No obstante, tras casi dos siglos después de su aparición, los amoritas aumentan sus ataques y su poderío llegando a conquistar la ciudad de Ur, esto debido en parte a que la mayoría de las ciudades en Mesopotamia estaban luchando entre sí en un clima de inestabilidad. Varias tribus amorreas se tornan sedentarias frente a otras nómadas, formando una coalición e iniciando conquistas sobre la región sur de la Baja Mesopotamia y en otras ocasiones uniéndose a ciudades acadias conformando pequeñas ciudades estado.

Cerca de año 1894 a. de J.C. (Segundo Milenio a. de J.C.) las tribus amorreas se tornan lo suficientemente fuertes para iniciar la conquista de otras ciudades y un rey amorreo llamado Sumu-Abum funda la ciudad de Bab-ilim (en acadio), «La Puerta de Dios», o «Babilonia» y se establecen en ella. Los Amoritas, desde Babilonia, como su base y capital, expandieron su territorio conquistando a través de la guerra ciudades y pueblos de toda la región entre el Tigris y el Eufrates.
El encargado de esta expansión fue el sexto rey de la dinastía Amorrea en Babilonia, el rey Hammurabi, durante su reinado entre los años de 1792 – 1750 a. de J.C.


A partir del dominio de los Amoritas, con Babilonia bajo control de Hammurabi como su punto de partida, la historia de Mesopotamia es casi totalmente realizada por la raza semita, conquistando todas las ciudades del territorio Sumerio – Acadio – Guteo por completo, tomando a Babilonia como su capital y constituyendo así el «Imperio Amorita», conocido por los historiadores como: el “Primer Imperio de Babilonia” o Imperio paleobabilónico. Hammurabi realizó la hazaña de unificar bajo su corona una Mesopotamia profundamente dividida y desangrada por numerosas luchas que venían sucediendo desde hacía tres siglos; aunque solo fuese por un cuantos decenios. Durante su reinado Babilonia se convirtió en la gran capital y la lengua acadia alcanzó su perfección clásica con una elegante escritura espaciada y de signos claros, utilizada en todas las inscripciones reales, en la correspondencia, los documentos jurídicos y en los documentos administrativos.

Hammurabi resultó ser un gran guerrero y legislador, y tras la unificación de todo el territorio se dedicó a organizarlo por lo que ha sido considerado un gobernante eficiente y capaz. Entre sus principales obras se encuentran la fusión de sumerios y semitas con amoritas, tomando lo mejor de estos pueblos adaptando costumbres y cultura de cada uno. Sin embargo, Hammurabi pasaría a la historia por dejar a su reino un conjunto de leyes denominadas: «El Código Hammurabi». Este código era un grupo de leyes esculpido en un bloque de diorita de dos metros de altura erigido para ser expuesto en público y el cual es considerado uno de los documentos antiguos que hace referencia al progreso humano a través de la legislación de un estado. El propósito de esta imagen de diorita fue la legitimar a Hammurabi como rey de justicia, líder de su gente y gobernante preocupado por la seguridad de su población; a pesar que ya existían códigos legales previos entre sumerios y acadios.

Esta estela en su parte superior muestra en relieve al rey Hammurabi de pié recibiendo de un dios (Shamash o Marduk) un anillo y un bastón, signos de la realeza. En la parte inmediatamente inferior del relieve se encuentra escrita en acadio en signos cuneiformes un prólogo (que ensalza las virtudes de Hammurabi), un conjunto de leyes y un epilogo. Aparecen 282 leyes (la estela tiene una parte incompleta). Cada ley contiene un caso o situación seguida de una sanción. Estas leyes estuvieron basadas en: delitos con su aplicación de justicia (castigos), leyes del palacio y los templos, mantenimiento del orden público, procesos judiciales, régimen fiscal, derechos familiares, retribución por lesiones y daños, etc.
Ejemplos: «Si un hombre acude a un tribunal para hacer un falso testimonio y luego no prueba su declaración, si se trata de un caso de pena de muerte, ese hombre será ejecutado». «Si un hombre roba algo propiedad de un dios o del palacio, será ejecutado, y el que haya aceptado de sus manos lo robado, también será ejecutado». «Si alguien toma una esposa, pero no redacta un contrato relativo a ella, esta mujer no es su esposa», «Si la esposa de un señor es sorprendida acostada con otro hombre, los ligarán uno a otro y los arrojarán al agua [ahogamiento]» etc. Muchas de las leyes versaban también sobre la protección del núcleo familiar en relación al matrimonio, la adopción, la herencia, protección de las viudas, el castigo del adulterio, el incesto, duros castigos a los crímenales, etc.

Estela del Código Hammurabi
Estela del Código Hammurabi

La estela del Código de Hammurabi registra también regulaciones a las actividades civiles, mercantiles y administrativas. Hace referencia a un límite de interés en los préstamos y permite que las deudas sean pagadas con servicios en ausencia de dinero. Permite a la mujer casada ciertos derechos como ser testigo de un juicio, tener riqueza propia sin permiso de su esposo, poder administrar una hacienda y pedir el divorcio; aunque establece también castigos demasiado drásticos en algunos casos con respecto a la reparación del daño infringido o Ley del Talión: infligir al culpable el mismo daño sufrido por la víctima.
Ejemplos: «Si un awilo (noble) deja tuerto a otro, lo dejarán tuerto a él». «Si le rompen un hueso a otro, le romperán un hueso a él (al infractor)». «Si un albañil le hace la casa a un hombre y no consolida bien su obra y la casa que acaba de hacer se derrumba y mata al dueño de la casa, ese albañil será ejecutado». Según historiadores, esta Ley del Talión no se aplicaba de forma exacta, sino que en la práctica era compensatoria en ciertos casos; ya que el Código Hammurabi permitía en diversas situaciones como castigo: la flagelación, la mutilación y las multas. En las ciudades y pueblos, los jueces, al parecer, tenían la última palabra al aplicar la ley.

A pesar de la labor de Hammurabi, los amorreos no aportaron mucho a los antiguos pueblos sumerios, acadios y gutios; ya que solo se limitaron a absorber la cultura de estos tres pueblos. Se teoriza que los amorreos introdujeron al dios Marduk a Mesopotamia. Esta deidad llegaría a convertirse en el dios primordial de los Babilonios y otros pueblos en Mesopotamia. El Imperio de Babilonia de los amoritas de Hammurabi compartió existencia con otros imperios radicados fuera de las fronteras de Mesopotamia: el imperio egipcio en la cuenca del Nilo y el imperio Hitita cuyo reino estaba ubicado al centro y al este de Asia Menor (hoy en día Turquía), así como con fenicios, cretenses y hebreos. El imperio de los amoritas duró alrededor de 200 años con la dinastía de Hammurabi declinando progresivamente. Hammurabi falleció en el año 1750 a. de J.C. Sus descendientes en el trono afrontaron diversas rebeliones. El último y undécimo rey amorrita, Samsuditana, 1625 – 1595 a. de J.C., fue destronado por la invasión de los hititas.

Hititas, hurritas y Kasitas. Reino de Asiria, Nabuconodosor I «Período Mediobabilónico» 1595 a.C. – 1026 a.C.

El Imperio Amorita fue destruido por el Imperio Hitita, quien había ingresado al territorio de Mesopotamia desde Asia Menor en afán de conquista. En el año 1595 a. de J.C. el reino de Hatti o Hititas asentados en Anatolia (actual Turquía) con su rey Murshili I invade junto a su ejército las tierras de Mesopotamia causando la invasión y saqueo de Babilonia. El último rey amorita Samsuditana falleció en el enfrentamiento contra los hititas, lo que provocó el fin de la dinastía Amorrita.

Los hititas eran indoeuropeos provenientes de las regiones del Mar Negro asentados en Anatolia; formaron el reino de Hatti con su capital Hatussa en Asia Menor o Anatolia. Fueron considerados una de las potencias militares del Oriente Próximo llegando a conflictos con Egipto. Son considerados como los precursores de la fundición del hierro para usarlos en armas entre el 1600 a.C. y el 1200 a.C. (actualmente historiadores señalan a los Asirios el uso del hierro) y utilizaron el carro de guerra tirados por caballos. En su incursión sobre Mesopotamia derrotaron a los hurritas asentados en el norte o reino de Mitanni (entre Siria y Turquía actuales) y en Babilonia solo provocaron su incendio y saqueo; ya que sus bases y lineas de suministros estaban demasiado alejadas para incorporar la ciudad a su reino.

Los hititas no lograron permanecer mucho tiempo en Mesopotamia pues fueron expulsados por la irrupción de otra tribu guerrera semita: los Kasitas o coseos. Estos kasitas, llamados por los amorreos babilonios como: koshshi, eran una tribu guerrera de las montañas al noreste de Mesopotamia o Montes Zagros quienes formaban diversos reinos o provincias independientes gobernadas por jefes o caudillos locales. Hasta la fecha se desconoce como estos kasitas se asentaron en el trono de Babilonia posterior a la destrucción provocada por los hititas; sin embargo se postula que se realizó a través de campañas de guerra hasta tomar la ciudad de Babilonia, que posiblemente mostró poca defensa hacia el año 1595 a.C.
El primer rey kasita de Babilonia del cual se tiene registro es Agum II, quien restituyó la estatuas del dios Marduk y su esposa la diosa consorte de Babilonia: Sarpanitu a la ciudad producto del saqueo de los hititas. Agum II se autodenominó «rey de Babilonia» y «rey de los acadios» e iniciando una era Kasita de Babilonia.

Los kasitas al expulsar a los hititas, y apoderarse de la Babilonia de los amoritas, ocasionaron un retraso cultural y un período de decadencia para el ya debilitado y decadente Imperio de Babilonia.
Sin embargo, los kasitas hicieron el bien de introducir el caballo, al cual habían domesticado, y también el carro de guerra y originando la «dinastía kasita» de Babilonia.
Esta etapa es conocida como: «período Mediobabilónico» entre los años 1595 a.C. y 1026 a.C. A pesar de ello, la dinastía kasita con el paso del tiempo reconstruyó los templos de los dioses y reactivaron las tierras de labranza. En esta etapa la Mesopotamia dominada por los kasitas fue conocida como: Karduniash.

Así, hasta el momento, en este escenario de la historia antigua de Mesopotamia, se cuenta primero con los sumerios, luego con la aparición de los acadios y luego los guteos. Sumerios, acadios y guteos terminan conformando un solo pueblo, y luego son conquistados y desaparecidos por los amoritas que conforman el Primer Imperio de Babilonia.

Mesopotamia siglo XIV a.C. Autor: Renato de Carvalho Ferreira. Link https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:14_century_BC_Eastern-es.svg

Estos últimos fueron conquistados por los hititas en primer lugar y luego hace su irrupción el pueblo de los kasitas que derrota y expulsa a los hititas.
En esta etapa los kasitas babilonios se enfrentan, además de los hititas de Anatolia (actual Turquía), a dos potencias emergentes sobre Mesopotamia: El reino de Elam y el reino Asirio.
Los elamitas fueron en un principio sometidos por los acadios con Sargón de Acad; pero una dinastía de reyes locales logró su independencia. Hacia el año 1800 a.C. Elam ataca la Babilonia de Hammurabi; pero este contraataca frenando la expansión de los elamitas. Hammurabi por su parte intentó conquistar Elam infructuosamente ocasionando rivalidad entre ambos reinos.

Los Asirios. El imperio temido.

Asiria, fue un antiguo reino de la historia de Mesopotamia. Los Asirios deben su nombre a la ciudad donde establecieron su capital llamada: Assur; ubicada al noroeste de Mesopotamia sobre el río Tigris. Assur nació como una aldea en el norte de Mesopotamia a principios del año 3000 a.C. hasta convertirse en una ciudad estado en el 2600 a.C. La palabra Assur proviene del nombre de su dios principal Ashur. En un principio estuvieron los asirios sometidos a los sumerios. No obstante, la ciudad de Assur fue dominada por Sargón I de Acadia alrededor del año 2400 a.C. Posteriormente Assur fue sometida por los amorreos como ciudad vasalla. Durante el apogeo de Babilonia de los amoritas, los Asirios sufrían serios y continuos ataques del Imperio de Hammurabi y su ciudad, Assur, era apenas una ciudad diminuta y casi sin relevancia en el terreno de las ciudades estado y sus reinos.

Sin embargo entre los años 2100 a.C. y 1800 a.C. la ciudad de Assur se convierte en una potencia regional. Pero su poderío decae posteriormente con las invasiones de los hititas y el reino de Mitanni. Los hurritas, quienes se habían unido con otros pueblos nómadas, formaron el reino de Mitanni hacia el año 1500 a.C.sometiendo también a la ciudad de Assur. No obstante, la situación en Mesopotamia cambia hacia el año 1365 a.C. cuando el imperio Hitita de Anatolia (Turquía actual) somete a Mitanni en el oeste de Mesopotamia en una campaña de guerra. El rey de Asiria: Ashur-Ubalit I marcó la recuperación de los asirios quien hacia el 1365 a.C. organiza un ejército y decide quitarse el yugo de Mitanni invadiendo el reino, derrotándolo y saqueando sus ciudades.

Los asirios acabaron por convertirse en guerreros expertos para defender su tierra y su población e iniciando una serie de campañas de guerra donde vencieron a los Hititas, lucharon contra la Babilonia de los kasitas y terminaron por consolidar su poder por medio de victorias en campañas de guerra sobre toda Mesopotamia estableciendo las bases de: «El Imperio Asirio».
Salmanasar I, nieto de Ashur-Ubalit I, expandió el reino Asirio derrotando a los hititas entre 1274 a.C. y 1245 a.C. En el año 1200 a.C. los pueblos del mar (guerreros procedentes de la península balcánica según algunos historiadores) alcanzaron la región invadiendo el imperio Hitita y al Egipcio. Se enfrentan con los asirios sin lograr derrotarlos. Los asirios resistieron sus ataques lo que les hizo ganar experiencia en la guerra. Los asirios fueron conocidos por sus habilidades de combate, sus tácticas de guerra a campo abierto, sus máquinas de asedio y aprendieron de los hititas a fabricar espadas de hierro. Poderosos y temidos, los asirios fueron conocidos por la crueldad de sus ataques y conquistas. Comúnmente incendiaban y masacraban pueblos y ciudades enteros, torturaban a sus enemigos derrotados y tomaban a los sobrevivientes como esclavos.

En este panorama, los kasitas de Babilonia tuvieron que enfrentarse al reino de Elam y a los asirios generando décadas de conflictos en un período convulso en Mesopotamia. Durante el siglo XIII a.C. Kastiliash se convierte en el rey kasita de Babilonia en el año 1232 a.C. El reino de Elam y el reino de Asiria atacan el reino Babilonio. El primero lo hizo con diversas incursiones; pero los asirios a través de una campaña de guerra total bajo el mando de su rey Tukulti-Ninurta. Kastiliash se enfrentó al rey asirio; pero el ejército asirio derrotó al ejército babilonio e hizo prisionero al rey kasita. Los asirios avanzaron a la ciudad de Babilonia, saqueándola y haciendo prisioneros a muchos babilonios.

Hacia el año 1216 a.C. el rey kasita Adad-Shum-Usur sube al trono de Babilonia tras unas serie de revueltas y logra reunir un ejército kasita para resistir a los asirios, toma el control de la ciudad de Babilonia, invade Asiria, depone al rey asirio, logra la independencia de Asiria y a su vez logra frenar los ataques del reino de Elam. Hacia 1160 a.C. el rey de Elam, Shutruk-Nahhunte, inicia una serie de invasiones a Babilonia. Su ejército asaltó y saqueó las ciudades de Acad, Esnunna y la misma Babilonia matando a su rey Marduk-Apla-Iddina. Varios de los monumentos mayores de la historia mesopotámica fueron llevados como botín de guerra a la capital elamita: Susa, entre ellos, la estela del Código Hammurabi y otras estatuas y tesoros. También Shutruk impuso a muchos pueblos de Mesopotamia conquistados fuertes tributos en oro y plata. En esta situación desesperada los kasitas babilonios colocan como rey de Babilonia a Zababa-Shum-Iddina, hijo del difunto Marduk-Apla-Iddina.

En 1158 a.C. Shutruk continuó sus campañas de guerra sobre los kasitas. Entró victorioso en Babilonia coronándose como nuevo rey, pasando Babilonia a ser estado vasallo de Elam. Shutruk fallece y su hijo Kutir se convierte en el rey de Elam e inicia una campaña de guerra contra Babilonia en 1155 a.C., capturando la ciudad y a su rey kasita Enlil ejecutándolo, siendo este el último rey de la dinastía kasita en Babilonia. Kutir se llevó la estatua del dios Marduk a Elam como símbolo de sumisión de los babilonios. En este período de guerras entre elamitas, babilonios y asirios surge la figura de Nabuconodosor I, quien no era de estirpe kasita. Este rey tomó la corona de Babilonia en 1124 a.C. apoyado por la población y la nobleza recluida en diversas ciudades, organizó el ejército y enfrentándose a los asirios logró frenar su avance momentáneamente. En 1110 a.C.
Nabuconodosor I conquista en una campaña de guerra el reino de Elam, recuperando la estela de Hammurabi y la estatua del dios Marduk robados por los elamitas anteriormente, generando a su vez el declive irreversible de Elam. Pero los asirios avanzaron sobre Babilonia. Nabuconodosor no pudo derrotarlos y muere en una batalla con estos quienes logran tomar el control de la mitad del reino de Babilonia. A pesar de esto, Nabuconodosor es considerado por algunos historiadores como el precursor del Imperio Neobabilónico.

Los asirios asaltaron y conquistaron la ciudad de Babilonia hacia 1082 a.C. Los reyes sucesores de Nabuconodosor I nada pudieron hacer por frenar a los asirios, pasando a ser reyes vasallos de Asiria.

EL PRIMER MILENIO. «El Periodo Neobabilónico inicial 1026 a.C. a 626 a.C.» Arameos, caldeos y Sargón II Antigua Mesopotamia.

Mientras los Asirios, kasitas y elamitas hacían la guerra desarrollando conquistas en Mesopotamia, surgió en el siglo XI y X a. de J.C. una serie de pequeños estados en la región de la actual Siria, partes del Líbano, parte del norte del reino de Israel (bajo el mandato del rey Salomón) y el sureste de Turquía llamada: Aram,Orom en arameo. Sus habitantes fueron conocidos como: «arameos» o Aramú en acadio/kasita. Se cree que su procedencia era de la península arábiga siendo pastores nómadas y comenzaron a expandirse para asentarse por todo Siria. Los arameos vivieron, desde tiempos inmemoriales, en un ámbito nómada, pero aun así lograron relacionarse con culturas sedentarizadas, lo que los llevó a formar ciudades por el vacío creado por la debilidad de las grandes potencias como los hititas y el despoblamiento de antiguas tierras. La expansión de los arameos les llevó a enfrentarse con los asirios quienes rechazaron sus ataques en múltiples campañas. Sin embargo los arameos ampliaron su territorio al de los hurritas a los cuáles terminarían absorbiendo con el colapso del reino de Mitanni, logrando crear unos poderosos reinos (ciudades-estado), adoptando dioses locales e imponiendo su lengua aramea, emparentada con el fenicio y el hebreo; de tal forma que la mayor parte de la Anatolia meridional y la Siria septentrional pasó a ser territorio arameo. A partir del siglo VIII a.C. los asirios conquistaron todo el Levante. Pero los reinos arameos fueron luego transformados uno por uno en provincias asirias.

Desde el año 1027 a.C. y 1026 a.C. los arameos lograron desplazarse hacia Babilonia y Asiria, saqueando ciudades y causando rapiña en pueblos y tierras de cultivo. A partir del año 1000 a.C. Asiria y Babilonia firmaron tratados de cooperación frente a los arameos e intercambiando hijas en matrimonio para fomentar alianzas entre reinos. Es a partir del año 1000 a.C. «Primer Milenio a. de J.C.» cuando surge la tribu de los caldeos que se asientan en el sur de Mesopotamia frente al Golfo Pérsico. Fueron llamados: Kaldu por los acadios de Babilonia y estos caldeos habían formado una serie de confederaciones en esta región.

Los arameos por su lado llegaron a formar coalición con el reino de Israel gobernado en este tiempo por el rey Ajab, enfrentándose con Asiria en el año 854 a.C. y derrotando admirablemente a los asirios dirigidos por su rey Salmanasar III en la Batalla de Qarqar. Posteriormente el rey Jehú de Israel, sucesor de Ajab, se convertiría en vasallo de Salmanasar III para detener a los arameos de Siria con los cuáles Israel se enfrentaba. Los mismos asirios tomarían el idioma arameo para comunicarse con otros pueblos, debido a la influencia de estos sobre el comercio.

Wikimedia Commons. Author: Renato de carvalho ferreira Link: Map of Assyria-pt.svg

Los asirios liderados por su rey Tiglat-Piléser III atacaron Babilonia en el año 728 a.C. conquistando la ciudad y el territorio en definitiva, sometiendo a los acadios al dominio asirio; sin embargo las revueltas de estos contra los asirios eran constantes. En el año 722 a.C. sube al trono de Asiria el rey Sargón II, Sarru-Kin en acadio. Fue un rey poderoso y conocido por ser un monarca guerrero y gran conquistador llevando al reino de Asiria a su máxima expansión y obteniendo numerosos triunfos por medio de sus victorias militares. En el año 720 a.C. derrotó a Babilonia y a un ejército de coalición de arameos y egipcios. En el 714 a.C. derrotó al reino de Urartu en el norte de Mesopotamia. En el 713 a.C. incorporó al reino Asirio por medio de la guerra a los reinos de Tabal y Cilicia en el sureste de Anatolia (Turquía).

Los filisteos, junto con el reino de Judá, Edom, Moab y Egipto formaron una coalición para enfrentarse a Asiria; pero Sargón II derrotó a la coalición en el año 711 a.C. obligando a estos reinos a pagar tributo y ser sus vasallos. En el 710 a.C. el ejército de Sargón II ataca Babilonia, terminando por conquistarla y coronándose rey de Babilonia habiendo conseguido un gran botín de guerra. En el 707 a. C. Sargón II se dedicó a terminar la ciudad de Dur Sharrukin («Fuerte de Sargón»), ubicada a unos 16 km al noreste de Nínive y destinada a ser la nueva capital de Asiria. Pero falleció en el año 705 a.C. durante una batalla al sofocar una revuelta en el reino de Tabal. Senaquerib, hijo de Sargón II,sucedió a su padre e hizo de la ciudad de Nínive la nueva capital. El reino de Egipto, temeroso del poder de Asiria, intrigó con el reino de Judá para apoyarlo económicamente si enfrentaba a Asiria. Ezequías, rey de Judá, se negó a pagar el tributo a Asiria, por lo que Senaquerib decidió invadir Judá en el 701 a.C. poniendo sitio a la ciudad de Jerusalén. Egipto apoyó a Judá enviando un ejército; Senaquerib guió sus tropas y batalló contra los egipcios derrotándolos por completo en una encarnizada batalla; pero quedando debilitado levantó el sitio de Jerusalén no sin haber devastado toda la región; lo que obligó al rey Ezequías a pagar tributo a Asiria nuevamente.

Babilonia intentó rebelarse del control Asirio debido a la influencia que el reino de Elam ejercía sobre él, por lo que Senaquerib atacó la ciudad de Babilonia en el año 689 a.C. destruyendo gran parte de su infraestructura. El asalto a la ciudad fue tan grande que el ejército de Senaquerib destruyó los cimientos de las murallas, los templos, los canales y acequias perimetrales junto a un saqueo sin precedentes. La estatua del dios Marduk de Babilonia fue capturada y llevada por los asirios a Nínive. Este episodio es considerado como el peor desastre en la historia de la ciudad de Babilonia debido al grado de destrucción. Asarhadon, rey de Asiria y sucesor de Senaquerib, reconstruyó la ciudad de Babilonia. Contaba con dos hijos: Asurbanipal y Shamash-shum-ukin. A su muerte, Asarhadon dejó al primero el reino de Asiria y al segundo el reino de Babilonia. Ambos hermanos entraron en disputas y en el año 645 a.C. lo que originó una nueva guerra entre Asiria y Babilonia.

Asurbanipal atacó Elam en el año 639 a.C. destruyendo su capital Susa haciendo desaparecer este reino en definitiva debido a que apoyaba a Babilonia. Atacó el reino de Egipto hasta su dominación. Luego, Asurbanipal invadió Babilonia y pone asedio a la ciudad terminando con la derrota del reino en 648 a.C. Asurbanipal tomó el control de Babilonia falleciendo en el 627 a.C. Paradójicamente durante su reinado Babilonia conoció un lapso de tiempo de seguridad y recuperación económica, fortaleció el comercio en la región y fundó una biblioteca de tablillas de barro en su palacio de Nínive. Esta biblioteca sería esencial en las excavaciones a mediados del siglo XIX d.C. por el arqueólogo inglés George Smith donde se encontraron las tablillas que hablan del mito de Gilgamesh y el diluvio.

«Período Neobabilónico Clásico 626 a.C. – 539 a.C.» Los Caldeos y Nabuconodosor II. El resurgimiento de Babilonia.

A pesar de la destrucción de Elam por los asirios, estos quedaron desgastados junto con sus guerras sobre Oriente Medio, además de un conflicto sucesorio tras la muerte de Asurbanipal. Los nobles babilonios apoyaron la independencia de la ciudad de Asiria. El nuevo rey de Babilonia, el caldeo Nabopolosar desde el 626 a.C., organizó un nuevo ejército y asombrosamente expulsó a los asirios del reino tras victoriosas batallas. Posteriormente formó una alianza en el año 616 a.C. con Ciaxares, rey del reino de los Medos. Estos eran una confederación de tribus iraníes, radicados en las montañas de Irán cerca del mar Caspio desde donde habían expandido sus dominios y colisionado con los asirios desde aproximadamente el 678 a.C.

Nabopolosar y Ciaxares dirigieron sus esfuerzos para luchar contra los asirios con indoblegable resolución. Los asirios pidieron ayuda a su vasallo: Egipto. Los egipcios enviaron apenas un contingente que no cambió la situación de los asirios. En el año 612 a.C. ambos ejércitos, el babilonio y el medo, sitiaron Nínive tomándola y destruyéndola por completo. El resto de ciudades y pueblos asirios fueron destruidos y saqueados, sus pobladores asesinados, deportados o tomados como esclavos. Babilonios y medos nunca permitieron la reconstrucción de Nínive y cientos de pueblos del Medio Oriente gritaron de alegría tras el derrumbe de un imperio sanguinario como lo fue el asirio. No obstante, un reducto del ejército asirio se resguardó en la ciudad de Harrán a 200 kilómetros de Nínive comandados por el general Ashur-Uballit quien tomó el título de rey de Asiria.

Nabopolosar decidió atacar la ciudad con sus tropas. Al mismo tiempo el rey de Egipto, Nekao II, envió un ejército en ayuda del último reducto asirio. Aunque los egipcios odiaban a los asirios, temían más por lo visto el auge de los caldeos que marchaban imparables en Mesopotamia. Nekao organizó sus tropas y salió de Egipto como líder de su contingente en auxilio del asirio Ashur-Uballit.

Pero el ejército egipcio debía pasar en su trayecto por el reino de Judá, gobernado en su momento por el rey Josías, impulsor de la «Reforma Yahvista». Josías tomó alianza con los caldeos del rey Nabopolosar; recuperó sus territorios del norte arrebatados por los asirios y atacó al ejército de Nekao. Los egipcios se enfrentaron al reino de Judá en el valle de Megido, desarrollándose: la Batalla de Megido del año 609 a.C. Los egipcios derrotaron en esta batalla al reino de Judá. El mismo rey Josías falleció en el combate. Judá pasó a ser estado vasallo de Egipto. Sin embargo, Nekao II no pudo auxiliar a los asirios.

Ese mismo año del 609 a.C. Nabopolosar destruyó la ciudad de Harrán con su ejército. Ashur-Uballit huyó con un último grupo del ejército asirio sobreviviente refugiándose en la fortaleza de Karkemish. Nabopolosar cayó enfermo y murió en el 605 a.C y su hijo Nabuconodosr II tomó las riendas del reino y decidió atacar la fortaleza ese mismo año de 605 a.C. Los egipcios ayudaron al último reducto asirio con tropas desarrollándose la: «Batalla de Karkemish» donde los babilonios caldeos derrotaron de forma aplastante a ambos ejércitos y haciendo desaparecer al ejército asirio de la historia definitivamente.

Los medos por su parte conquistaron el reino de Urartu, gran rival de los asirios en el norte de Asiria (actualmente una zona de convergencia del país de Armenia, Irán y Turquía) y forjaron alianza con los caldeos babilonios. Nabopolosar y su hijo Nabuconodosor II reconstruyeron la ciudad de Babilonia, restablecieron los templos para los dioses, obtuvieron grandes victorias derrotando a asirios y egipcios y expandieron el nuevo reino Babilonio conocido como «Imperio Neobabilonio» o «Imperio Caldeo».

Nabuconodosor rindió culto al dios Marduk estableciendo su culto como el dios principal de Babilonia junto a su sacerdocio. Reforzó y embelleció las murallas de la ciudad, destacando la puerta de Ishtar, una barbacana que daba acceso a la ciudad de Babilonia decorada con ladrillos azules esmaltados decorados con leones, toros y dragones en relieve. Edificó además su palacio con múltiples elevaciones cubiertas de tierra plantadas con numerosos arbustos y flores, que fueron llamados: “Los Jardines colgantes de Babilonia” que los griegos admiraban como una de las siete maravillas del mundo.

Durante el reinado de Nabuconodosor se fortaleció enormemente el comercio y estableció centros de enseñanza con los saberes acumulados desde los sumerios siendo Babilonia el centro intelectual del mundo conocido en esta época. Los mismos griegos viajaban a Babilonia para aprender de su ciencia y mejorándola con el tiempo

Nabuconodosor II sofocó revueltas y dirigió campañas militares exitosas; pero la mayoría de sus objetivos fueron en el occidente donde los egipcios provocaban revueltas.
Las intrigas egipcias hicieron que el reino e Judá con su rey Joaquim y su hijo Joaquín entrara en conflicto con el Imperio Caldeo revelándose al dominio babilonia. En el año 598 a.C. Nabuconodosor II puso sitio a la ciudad de Jerusalén obligando a someterse al reino de Judá, deportando a sus líderes a Babilonia.
Pero las revueltas prosiguieron y en el año 587 a.C. Nabuconodosor sitia la ciudad de Jerusalén por segunda vez destruyéndola y deportando a gran parte de la población. El resto del territorio con sus habitantes quedó como provincia de Babilonia.

Contrario a lo que se piensa, según las pruebas arqueológicas, los judíos exiliados en Babilonia en la época de Nabuconodosor, al igual que otros pueblos como los arameos, no fueron oprimidos. Nabuconodosor II creó un ambiente cosmopolita en Babilonia respetando otras creencias religiosas. Muchos deportados llegaron a comprar tierras, ejercer su religión, hacer negocios y prosperar incluyendo los judíos. Intentó atacar Egipto pero fracasó. Se desconocen los detalles; pero es posible que Egipto derrotara a las fuerzas de Nabuconodosor. Las ciudades fenicias se sometieron al imperio Caldeo, excepto Tiro.

Los caldeos sitiaron la ciudad fenicia; pero esta ciudadela resistió pagando al final un fuerte tributo a los neobabilonios. Nabuconodosor II falleció en el año 562 a.C. Su hijo Amel-Marduk tomó el trono; pero fue asesinado por Nergal-Sharusur, esposo de la hermana de Amel-Marduk en 560 a.C. y tomando la corona. Nergal murió asesinado a su vez en 556 a.C. por parte de la nobleza, revelando que había diversas facciones disputándose el trono.

Nabu-Naid (Nabodino) se convirtió en rey de Babilonia inmediatamente en un ambiente pacifista entre las grandes potencias de ese tiempo: Lidia, Egipto, Media y Babilonia. Sin embargo, como rey prefirió rendir culto exclusivo al dios Sin, dios de la luna; lo que enfadó a la élite sacerdotal del dios Marduk y generó malestar social entre la población; ya que Marduk era la entidad suprema de los caldeos. La situación interna del Imperio Neobabilonio resultó desastrosa. El imperio con la mala gestión de Nabodino tenía grandes problemas económicos lo que le había llevado a la hambruna en la ciudad.

Ciro el Grande y los Persas.

Al mismo tiempo que el reino de Babilonia se desmembraba, en el oriente del reino, el rey persa “Ciro II el Grande” lograba la unificación de numerosos pueblos en la región del actual Irán.
Ciro II (Kurus en persa antiguo) era hijo de Cambises, rey de la ciudad de Anshan en el territorio de Persia (antiguo reino de Elam). Cambises a su vez era descendiente de Aquémenes, un legendario jefe guerrero de un clan de las montañas persas, supuesto fundador de la dinastía Aqueménida a la cual pertenecía Cambises y su hijo Ciro II.

Cambises estuvo bajo el mando del reino Medo; pero Ciro II, al recibir el trono de Anshan de su padre se reveló contra el reino de Media deponiendo a su rey: Astiages, conquistando posteriormente el reino de Lidia. Tras diversas campañas militares Ciro II dirigió sus objetivos para formar el Imperio Aquemenida hacia occidente, específicamente, hacia las tierras del reino Medo y Lidia a los cuáles conquistó. Posterior a las conquistas del reino Medo y de Lidia, Ciro dirigió sus esfuerzos hacia Babilonia, pues el imperio persa, ahora extendido, la rodeaba por el norte, este y oeste. Ciro inició sus campañas militares contra Babilonia hacia el año 540 a.C. con numerosas victorias. Al siguiente año el ejército de Ciro invade con una poderosa incursión los territorios cercanos a Babilonia. Las fuerzas militares de Babilonia deciden enfrentar al contingente de Ciro en la llanura cercana a la ciudad de Opis, aconteciendo la “Batalla de Opis” del 539 a.C. donde Ciro derrota al ejército de Babilonia.

Ante este hecho, el resto de ciudades caldeas se rinden. Gobrias, General de Ciro, ingresa posteriormente a la ciudad de Babilonia y arresta a Nabodino. Ciro ingresaría a la ciudad de Babilonia ese mismo año de 539 a.C., según algunos historiadores sin resistencia, provocando el final de la babilonia caldea que pasaba ahora a ser parte del Imperio Persa del rey Ciro II.
Al mismo tiempo la región Siria-Judea, pasaban también a ser parte del reino Persa de forma pacífica. Ciro II permitió el retorno de los judíos y arameos cautivos en Babilonia a Jerusalén y Siria respectivamente.

Ciro el Grande liberando al pueblo hebreo.

Ciro II fue conocido posteriormente como «Ciro el Grande» debido a que respetaba las costumbres y religiones de las tierras que conquistaba como monarca. Su reinado fue un modelo exitoso de administración centralizada y Ciro estableció la división de provincias llamadas: satrapías, gobernadas por jefes locales llamados: sátrapas, quienes ejercían el poder judicial y administrativo, cobraban los impuestos y establecían el orden público además de reclutar y mantener el ejército.

Ciro creó un ejército siguiendo el modelo de los ejércitos asirios y unificó a todos los persas, logra la independencia de Persia y estableciendo el «Imperio Persa de Ciro el Grande».
Ciro II el Grande murió en el año 530 a.C. en una campaña de guerra en Asia Central contra nómadas escitas. Su hijo Cambujiya (Cambises para los griegos) tomó el trono de su padre y en 525 a.C. organizó una campaña contra Egipto al cual conquistó por lo que el Imperio Persa llegaba a su máxima extensión.

Imperio de Ciro El Grande. Autor: Szajci. Link: https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Cyrus%27_Empire-es.svg

Con la conquista de la Babilonia de los caldeos por Ciro el Grande y los persas, se cierra el episodio de la historia de los pueblos antiguos de Mesopotamia. Este escenario de la historia antigua de Mesopotamia, deja por lo tanto en primer término la aparición de los sumerios, luego con el surgimiento de los acadios y gutios; sumerios, acadios y gutios conforman un solo pueblo y son conquistados por los amoritas, existe una breve intervención hitita y estos últimos son expulsados de Mesopotamia por los kasitas quienes se convierten en los herederos del Imperio de Babilonia. Los amoritas conformaron el primer gran reino de Babilonia. Los kasitas continuarían con el imperio babilónico aunque decadente. Tras los amoritas y kasitas aparecen los asirios y su gran expansión.

Durante un espacio de siglos asirios y babilonios mantienen una guerra por la hegemonía de Mesopotamia. Al final los asirios terminan venciendo. En plena decadencia el Imperio Asirio es conquistado por los medos y los semitas caldeos, estos últimos conquistan babilonia y terminan por formar el segundo gran imperio de Babilonia. Los caldeos conquistarían a otros pueblos pero serían destronados al final por los persas del legendario rey Ciro el Grande.

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